The Subtle Art Of Not Giving A Fuck

ientras leía The subtle art of not giving a fuck compartí algunas fotos y frases del libro en Instagram y varias personas me preguntaron si estaba bueno y si lo recomendaba ó no. La respuesta fue sí, pienso que estas lecturas siempre suman y prometí ampliar un poco más sobre el libro en el blog. Cumplo con eso.

El título del libro nos promete la fórmula mágica: cómo hacer para que  aquellas situaciones que consideramos negativas y que nos pasan a diario no nos importen o nos importen menos. Y de esa manera evitar los condicionamientos y reducir el impacto que tienen en nuestro humor y nuestra salud.

Mark Manson es el autor del libro y un blogger súper estrella con más de dos millones de lectores. Si entran en www.markmanson.com se van a encontrar con una cantidad inmensa de posts sobre cómo encarar situaciones cotidianas con recetas fáciles y atractivas.

Se puede ver con claridad y desde el inicio que la idea de este libro es disruptiva: cambia el foco de lo que estamos acostumbrados a leer y a escuchar sobre el éxito y la felicidad y cómo alcanzarlos. Voy a recortar algunas partes que me gustaron y las voy a pegar acá abajo para que puedan ver de qué va el libro y en base a eso decidan si les interesa o no como próxima lectura.

Manson empieza su libro citando a Charles Bukowski. Para los que no lo conocen, Bukowski fue un escritor estadounidense muy particular. Un genio total de las letras y un autor que recomiendo leer desde ya, pero su estilo de vida, repito, fue muy particular. Bukoswski fue super adicto al alcohol, a las mujeres y a las carreras de caballos. Y Manson dice que el secreto del éxito del escritor no surgió de haberse determinado conscientemente a ser un hombre exitoso, sino todo lo contrario. Bukowski se autoreconoció como un loser y compartió a través de la escritura y con total honestidad su vida entera, incluyendo los rechazos recibidos por su familia, por las mujeres, por los editores, su vida totalmente desordenada, sus defectos y sus faltas: “Bukowski didn’t give a fuck about success” concluye Mark Manson.

Happiness is a problem”

Mark Manson comienza el segundo capítulo diciendo que la felicidad es un problema. ¿Cómo se le ocurre algo así? Si, la felicidad es un problema porque pretendemos ser felices las 24 horas y 7 días a la semana, cuando en realidad “la vida en sí misma es una forma de sufrimiento, la insatisfacción y la incomodidad son parte inherente de la naturaleza humana, y a la vez, los componentes necesarios para sentirnos felices. Sufrir porque es biológicamente necesario, y es el agente preferido de la naturaleza para provocar cambios no solo para sobrevivir en el ambiente dado, sino mejorarlo”, dice Mark Manson y nos deja pensando.

“You’re not special”

En el capítulo tres nos pasa a explicar que no somos especiales y que eso, no solo que no tiene nada de malo, sino que está bien. “Ser del montón se ha vuelto un nuevo estandar de fracaso”, dice Mark Manson. Si aceptamos la premisa de que la vida vale la pena solamente cuando nuestro estilo de vida es realmente grandioso, estamos aceptando el hecho de que la mayor parte de la población mundial tiene una vida de porquería que no vale la pena. “Lo más probable – dice Manson – es que gran parte de tu vida sea aburrida y eso está ok. El conocimiento y la aceptación de tu mundana existencia te dará la posibllidad de lograr lo que realmente deseas para tu vida, sin juzgamientos ni grandes expectativas”. De esta forma, explica Manson, podrás apreciar más las experiencias básicas de la vida y enumera una lista de placeres como la verdadera amistad, la posibilidad de ayudar a una persona que lo necesite, leer un buen libro, reirse junto con alguien a quien amas.

“You’re always choosing”

Mark Manson nos pone a prueba con lo que según el, es la única y más importante premisa, de cuyo entendimiento depende todo crecimiento y progreso personal. Y se trata de lo siguiente: comprender que cada uno de nosotros es responsable de todo lo que nos pasa en nuestra vida, sin importar cuáles sean las circunstancias externas. ¿Polémico? Estamos acostumbrados a justificar nuestros actos con lo que pasa fuera de nosotros, con circunstancias que no elegimos, pero que igualmente debemos afrontar. O a echarle la culpa a otra persona, o a la situación del país, incluso a la situación mundial. Según Manson, no siempre podemos controlar lo que nos pasa a nosotros, pero lo que sí podemos controlar es cómo interpretamos eso que nos pasa, así como la forma en que respondemos. Por eso, lo reconozcamos (conscientemente) o no, somos siempre responsables de nuestras experiencias.

“You’re wrong about everything (but so I am)”

“La certeza es la principal enemiga del crecimiento” dice Mark Manson, y sigue: “Nada está asegurado hasta que pasa, e incluso en ese momento es debatible”. Es por esto que aceptar nuestras imperfecciones es una condición sine qua non para que el crecimiento tenga lugar. En vez de buscar la certeza (o la seguridad) deberíamos estar en búsqueda constante de la duda (o la incertidumbre), y debemos dudar: de nuestras propias creencias, de nuestros propios sentimentos, de lo que el futuro tiene para nosotros. “En lugar de buscar tener la razón todo el tiempo, deberíamos buscar cuán equivocados estamos. Porque en verdad lo estamos” dice Manson.

Según Mark no debemos confiar en nuestra concepción de lo que es una buena o una mala experiencia. Solo podemos saber cuando algo duele y en este momento, pero no más. Los racistas hacen cosas de racistas porque están convencidos de su superioridad racial. Los fanáticos religiosos se vuelan a sí mismos y asesinan docenas de personas porque están seguros de que eso les asegura un lugar en el cielo. Los hombres que abusan de mujeres, lo hacen porque están convencidos de que los cuerpos de esas mujeres de las que abusan les corresponden. Las malas personas no creen que son malas; en cambio, creen que todos somos malos. 

“Failure is the way forward” 

En algún momento de nuestra vida, todos llegamos a un lugar en el que tenemos miedo de fallar. Ese momento y lugar en que evitamos los fracasos y nos centramos solamente en lo que hacemos bien. Esto nos sofoca, porque solo podemos ser verdaderamente exitosos en algo por lo cual estamos dispuestos a fallar. “Si no estamos dispuestos a fallar, tampoco estamos dispuestos a triunfar” dice Mark Manson.

“Gran parte de este miedo a fallar viene de valores mal elegidos. Si el parámetro de tu éxito fue “comprar una casa y un lindo auto” y gastaste veinte años de tu vida para alcanzarlo, una vez que lo lograste ese valor no tiene nada más para darte y entonces empieza tu crisis de mediana edad porque el problema que te llevó adelante toda tu vida adulta desapareció. No hay más razones para seguir creciendo y mejorando, y sí, sin dudas, es el crecimiento lo que genera felicidad, no una larga lista de logros arbitrariamente elegidos” explica Manson. En este sentido, los objetivos, como los definimos generalmente – graduarse, comprar una casa, bajar cinco kilos – sólo producen una cantidad limitada de felicidad en nuestras vidas. Son claramente de ayuda cuando perseguimos beneficios de corto plazo, pero no sirven como guías en nuestra vida. 

Mark Manson recurre a Pablo Picasso para explicarnos esto de los parámetros y los valores: Picasso fue prolífico durante toda su vida. El vivió hasta sus noventa y pico y continuó produciendo arte hasta sus últimos años. Si su parámetro hubiese sido “volverse famoso” o “hacer mucho dinero en el mundo del arte” o “pintar mil cuadros”, hubiese parado en algún momento de su vida. También lo hubiese sobrepasado la ansiedad o la duda, y no hubiese mejorado e innovado su arte de la forma que lo hizo década tras década. Su parámetro en cambio fue simple y sencillo y no tuvo fin porque solo persiguió expresarse honestamente.

“The importance of saying no” [Si no rechazamos nada, tampoco aceptamos algo]

En uno de sus últimos capítulos, Mark Manson, nos habla de la importancia de decir no. Es algo que entendemos a la perfección, pero que a la mayoría nos cuesta.  Aprender a valorar nuestro tiempo e invertirlo según nuestros deseos, sin que nos gane la culpa. Mark Manson cuenta que vivió en Rusia durante seis meses, y que aprendió algo maravilloso sobre la honestidad y los rusos: ellos no sonríen a extraños ni fingen que les gusta algo o alguien si en realidad no les gusta, solo por ser corteses o correctos. “Si ellos piensan que algo es estúpido, lo dicen y si alguien les gusta, lo dicen también, no importa si esa persona es tu novi@, tu amigo, o alguien que conociste hace cinco minutos», cuenta Mark.

En occidente, en cambio, este tipo de actitudes pueden ser vistas como ofensivas o groseras, sobre todo cuando vienen de alguien que recién conocemos. Sin embargo, en Rusia se vive como una especie de libertad, de decir lo que se piensa, sin miedo a la repercusión que eso pudiera causar. “Fue una forma de liberación, mediante la aceptación del rechazo”, continúa Manson. Y agrega la explicación que una rusa le dio respecto de esta diferencia entre oriente y occidente y el valor de la honestidad versus la costumbre arraigada de «quedar bien» con el otro: “Habiendo vivido durante tantas generaciones bajo un régimen comunista, con pocas oportunidades económicas y regidos por una cultura de miedo, la confianza fue siempre lo más valioso para los rusos. Y para ser confiable, primero hay que ser honesto: era necesario saber en quién podías confiar y en quien no, y tenías que saberlo rápido. En cambio, en occidente, eran libres y existían abundantes oportunidades económicas, la confianza perdió su valor. La apariencia y la capacidad de venta se volvieron formas mucho más ventajosas, y conocer a mucha gente, aunque sea superficialmente, fue mucho más beneficioso que conocer a unos pocos más profundamente. Es por eso que se volvió una norma ser correcto y sonreír, incluso ante eso que no gusta, decir alguna que otra mentira para quedar bien con alguien o estar de acuerdo con quien no estas. El sistema económico promueve esa decepción”. ¿Cierra? A mi sí.

En fin, estas son solo algunas partes que me gustaron del libro, y creo que es muy interesante lo que Mark Manson tiene para contarnos; sobre todo porque su enfoque, que parece a prima facie malhumorado o desconsiderado, tiene como objetivo el bienestar personal logrado a base de honestidad, humildad y respeto por uno mismo.


por Alida Könekamp