Las italianas dicen sororitá, las francesassororitéy las inglesas sisterhood. Esta palabra que hoy suena más que nunca en los medios locales, se lee en las noticias y se escucha en los discursos de las legisladoras, va mucho más allá de la solidaridad y representa un cambio de paradigma para las nuevas generaciones.Luciana Peker, periodista de género y escritora, hablósobre la importancia de la sororidad como bandera y sobre “Putita golosa. Por un feminismo del goce” (Galerna, 2018), su reciente libro, en donde explica con agudeza las barreras y los mitos que ponen a las “mujeres en contra de las mujeres”.
Sorora, hermana, amiga, aliada. El término sororidad que deriva del latín sor y que se traduce como hermana, significa solidaridad entre mujeres y sugiere una ayuda mutua que genere cambios en en pos de un mundo más amable para todas. La solidaridad implica un intercambio que mantiene las condiciones como están,en cambio, la sororidad va más allá, ya que tiene como objetivo la modificación de las relaciones entre mujeres. La palabra se “inventa” cuando se toma consciencia de que “fraternidad”, parte del slogan de la Revolución Francesa, tiene la raíz frater, que significa hermano.
La antropóloga mexicana Marcela Lagarde acuñóeste término: “Es una experiencia que conduce a la búsqueda de relaciones positivas con otras mujeres para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y el empoderamiento vital de cada una”.
El libro
El nuevo libro de Luciana Peker reúne textos de género, ensayo, crónica y poesía. Está dividido en veintidós capítulos en los que se explaya sin reservas sobre los conflictos que enfrenta la lucha feminista. Con un título provocador revela al lector la violencia que a veces opera en el lenguaje. Saca a la luz estadísticas y datos, cita a un sinnúmero de periodistas de género y feministas de carrera, recomienda lecturas y le habla a la mujer nueva, en un momento de la historia donde los paradigmas establecidos fracasan y las reglas ya son otras. Peker denuncia la realidad de las mujeres, habla sin pelos en la lengua de lo que pasa, de lo que está mal pero es costumbre, de lo que lastima y de lo que “no se dice”, de los prejuicios y de las exigencias. Combate a capa y espada los mandatos, las teorías y los mitos heredados que sitúan a unas de un lado y a otras del otro. “Las mujeres hicieron una revolución. La hacen todos los días (…) El deseo es el núcleo de la autonomía feminista”, comienza el manifiesto de la revolución de las mujeres.
La importancia
La sororidad entre mujeres se volvió indispensable: la cohesión y el apoyo mutuo sin que importen las diferencias. “Se enseña que la peor enemiga de una mujer es otra mujer, que más vale nunca tener a otra mujer arriba, que las mujeres son complicadas y que es más fácil trabajar con varones”.Peker afirma: “Dicen que hay una mujer en la televisión, que llegó una mujer a la presidencia, que hay una mujer jefa, etc. En los casos que las mujeres no quedaron vedadas por completo de un espacio público o de poder, llegó solo una por sobre las demás. Era la idea de LA que llega y esa cerraba la puerta para que no entre ninguna más. Incluso, era común que las mujeres pidieran: quiero ser la única mujer en la mesa o en el programa de televisión. Ser la única, para configurar a “la que llegaba” y, además, con una forma de actuar más o menos similar a como actuaban los varones, con niveles de agresividad o autoritarismo, para que no lleguen las otras. Y ahora proponemos una sororidad que es una hermandad, es todo lo contrario. Es querernos y ayudarnos, es confiar en la otra, es dejar de competir y además es llegar para que lleguen todas. Eso no quita las singularidades, hay que respetar los liderazgos y cuando una mujer se destaca hay que bancársela, que la sororidad no aplane.”
Mujeres vs. mujeres
“… la que perdona una infidelidad, la que vuelve con el ex que la maltrató o no le pasó la cuota de alimentos, la que le escribió un chat al pibe que le gusta y le clavó el visto o la que llora por untipo que vio dos veces pero que se le volvió un cielo de deseo que le nubla la vista”, enumera Peker en Putita Golosa y dice que esas son “las indignas” y que siempre reciben su merecido. No solo de un hombre que puede partirles el corazón sino de una nueva categoría: las amigas retadoras. No hay piedad para el dolor. Ni empatía o comprensión por lo que la otra esté atravesando, por la historia que carga, por los prejuicios y las enseñanzas, por las luchas internas y las derrotas acumuladas. Las mujeres son las primeras en juzgar a sus compañeras de cuarto.
El feminismo mal entendido desplazóel espacio para llorar, el consuelo, el estar para la otra no solo en las buenas, sino en las malas. “La pica femenina es real. Pero no inocente. Los medios muestran las malas relaciones y no las buenas. Un hombre le es infiel a una mujer y se matan entre ellas”, se lee. “Las sociedades sin tensiones – dice Luciana Peker – serían imposibles, inviables y aburridas. Pero la crispada riña entre mujeres desde niñas (con ese tono áspero, canchero y el cadereo que va surgiendo desde la más tierna infancia, por el peso de la educación por género) es, sin dudas, uno de los más asentados y menos cuestionados galardones machistas”. A veces, son las mismas mujeres las responsables de que esto prolifere. La guerra intrafemenina debe acabar para que no cobre efecto el “divide y vencerás”.
En este intercambio Peker se explaya: “Por un lado, somos muchas las que nos definimos como feministas pero que además defendemos la sororidad. Pero también hay mujeres que están en contra de las mujeres. No es lo mismo ser mujer que defender los derechos de las mujeres, ni por supuesto de la diversidad sexual y las banderas de género. Yo creo que hay que ser generosas, que hay que pensar en las jóvenes, que hay que pensar en las hijas, que hay que ser amplias, no egoístas y que hay que pensar a los derechos como derechos y no como un privilegio sobre las otras. Las que no elijan ese camino, que no lo elijan, pero sí decirles que no son parte del movimiento de mujeres. En el movimiento nos defendemos entre nosotras”.
Madre e hija
Es importante y es urgente transmitirlo. Hacer que estas enseñanzas de cooperación y compañerismo estén presentes en el diálogo diario de la casa y del aula. Peker habló sobre la familia con cooperación: “No hay una maternidad, sino muchas maternidades, así como no hay una mujer sino muchas mujeres y cada una vive la maternidad como puede, como quiere, como le sale. Yo formé una familia que llamo cooperativa con cooperación, en donde los hijos tienen derecho a recibir y no hay relación recíproca, si haycooperación. Una idea de la circulación del trabajo doméstico compartido, que mi hijo haga la cena, que se rieguen las plantas, ver el trabajo como el aire que se respira en la casa, hay una cosa de compartir, donde no estamos en pie de igualdad, pero si una idea de cooperación en la casa”.
Durante mucho tiempo creí que las personas viajaban para contar historias. De eso se trataban los viajes, al menos, en mi familia. No importaba a dónde estábamos yendo, si quedaba lejos o cerca de casa, si ya habíamos pasado otras veces por el mismo lugar, si era en auto, en colectivo o en tren; la tarea era siempre la misma: mirar afuera, prestar atención, aprender.
– Miren el camino, miren afuera, presten atención, aprendan – repetía papá cada vez que dábamos un cabezazo de sueño.
Dormir no era una opción. Jugar a las cartas, tampoco. Teníamos que aprender a contar el viaje y cuando volvíamos a casa, rendir el examen.
– Cuéntenme a dónde fuimos – nos pedía a mis hermanos y a mi – con todos los detalles posibles
Pretendía que le recitemos una suerte de relato cronológico que incluyera, de ser posible, números de rutas y referencias como carteles, estaciones de servicios, nombres o características de personas que habíamos conocido. Cuando crecí y la costumbre siguió, la cuestioné. No entendía la importancia de contar el viaje, creía que lo principal era estar ahí, disfrutándolo y que sea solo para uno mismo. Incluso me molestaba, lo veía como un acto de vanidad, eso de contarle a otro a dónde habíamos ido. Algo así como Instagram y sus fotos, solo que un poco más vintage.
Ayer fue el décimo encuentro de TEDx Rosario y mientras pedaleaba de vuelta a casa, después de un día entero de charlas inspiradoras, sentí que me había ido de viaje. A medida que escuchaba las historias de los oradores, viajé a distintos lugares. A las ciudades de su infancia, a mi pueblo, a sus sueños, a los míos, imaginé posibilidades, me emocioné y volví. A la noche, en una cena con amigos, Lele me preguntó – ¿Qué tal Tedx?
Le conté que el tiempo estuvo espléndido y que la convocatoria fue exitosísima. Que la organización había sido impecable y que había jóvenes, adultos y abuelos. Que nos había permitido soñar, reponer la esperanza, entender que las opciones son infinitas. A medida que contaba mi relato, otras imágenes venían a mi cabeza, nuevas fichas iban cayendo y de golpe entendí que esas charlas estaban haciendo efecto en mí mientras las contaba.
Las siglas TED significan: tecnología, entretenimiento y diseño. Es una organización estadounidense sin fines de lucro, dedicada a difundir ideas que valen la pena (“ideas worth spreading” es su lema). Fiel a su misión, TED creó a principios del 2009 el programa TEDx, que está diseñado para darle la oportunidad a comunidades, organizaciones y personas de estimular el diálogo a traves una experiencia similar a las conferencias TED. Si bien se siguen directrices generales provistas por TED, cada evento es planteado y organizado de forma autónoma. En Rosario se denomina TEDxRosario, donde la x significa “evento TED independiente organizado localmente”.
El sol estaba fuertísimo en el anfiteatro Humberto de Nito, pero había siete mil personas esperando para entrar. Estabamos preparados: cada uno tenía su cantimplora con agua, gorro, protector solar y una vez sentados en las gradas de cemento, el alivio llegaba cuando nos ventilaban las hélices del dron que sobrevolaba. Nada parecía boicotear las ganas de escuchar a esas personas que tenían algo importante que decir. El primer bloque empezó con un show de zapateo americano. Cuatro mujeres interactuaron con el público utilizando su cuerpo como instrumento percusivo. Después de ellas, tocó una orquesta llamada La Ilusión que fusiona ritmos de toda Latinoamérica y, por último, se hicieron presentes en el escenario dos conductores para dar lugar al primer orador.
La verdad, es súper recomendable. El año que viene no te lo pierdas.
Dale, el año que viene voy pero contame algo de las charlas, ¿cuál te gustó más? – me preguntó Lele interesado
No sabría decirte una, pero te puedo contar a grandes rasgos lo que me acuerdo
Fui para atrás en mi memoria y me encontré con el primer orador.
El primero fue un biólogo que trabajó en la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación durante muchos años y contó cómo funcionan desde adentro las cumbres de cambio climático. Después de él, estuvo Lisandro Martinez, creo que ingeniero, aviador y tecnólgo, sí esas tres cosas pero, además, ¡casi se recibe de astronauta!
¿Cómo que casi se recibe de astronauta?
Aprobó exámenes durantes años, hasta que seleccionaron a los cuatro finalistas y no pasó el final. Sin embargo, esa bochazo que tanto le dolió al principio, le demostró que el camino recorrido le había abierto la puerta a otros conocimientos. Ahora se dedica a estudiar nuevas tecnologías de inteligencia artificial. Nos mostró en un video cómo las cámaras de vigilancia de la peatonal Córdoba identifican a las personas, animales, colectivos, autos y demás objetos que caen dentro de su espectro. Re flashero. Y lo mejor es que nos enseñó que antes, los sistemas para computadoras o softwares mejoraban solo mediante la intervención del ser humano, que corregía los errores que iban apareciendo. Pero que ahora, mejoran por sí solas. Los sistemas de inteligencia artificial aprenden a resolver problemas, a través del método de prueba y error y tienen una capacidad que antes solo se atribuía a los seres humanos: un completo cambio de paradigma en el conocimiento.
No te puedo creer, me dejaste pensando. ¡Qué peligro! O no sé qué es peor, ¿humanos o máquinas?, da para largo el tema. ¿Qué mas?
Después subió al escenario una mujer bajita, de unos ciencuenta años, que se llama María Cristina Gómez. Fue elegida como una de las mejores 50 maestras del mundo por el Global Teacher Prize y a, partir de eso, formó la red de educadores innovadores ¿La ubicas? Hace unos meses salió en todos los medios.
No, creo que no
María Cristina nos hizo emocionar y la aplaudimos todos de pie. Es maestra de primaria en varias escuelas de Rosario y trabaja con chicos y chicas que viven en contextos vulnerables. Contó historias de superación de alumnos y alumnas que antes de ser puestos a prueba por ella, pasaban de grado sin aprobar los exámenes, porque por su condición social los profes no le exigían más que lo mínimo e indispensable. Y se enojó cuando explicó que la “pedagogía de la lástima” lo único que hace es dejar ocultos para siempre sus talentos. De hecho, dijo que según su experiencia, cuanto más vulnerable es el contexto de un alumno, más le exige, porque de esa forma le muestra que alguien sí cree en sus capacidades. Una genia.
¡Que haya más personas como Cristina en el mundo!
Después de la maestra, subió al escenario una biotecnóloga que hace arte con microorganismos. Luciana Paoletti que además de biotecnológa es artista visual, contó que esos bichitos que el ojo humano no alcanza a ver conviven con nosotros y forman nuestro entorno. Ella los recoge con hisopos y los deja reproducirse, después los entrecruza y forma unas formas y colores que parecen de otro universo. Siguió un rosarino, administrador de empresas, que habló sobre el rol de las abejas en la producción de alimentos. Matías Viel es su nombre y aprendió que incentivando la polinización de las abejas de diferentes modos, pueden aumentar o reducir la producción de determinados alimentos de acuerdo a las demandas globales de alimentación. Fue elegido por el Massachussets Institute of Technology (MIT) como unas de las personas más innovadoras por su emprendimiento sobre las abejas llamado Beeflow.
Eso si que no podría hacerlo, me muero al toque, soy alérgico. Pero qué esperanzador, hay soluciones en marcha.
Otra oradora que me emocionó fue Cande Yatche, una activista de la auto aceptación, que lucha por una sociedad que piense menos en cómo cambiar su cuerpo y más en cómo cambiar el mundo. Habló de que las apariencias engañan, que nos dañamos sistemáticamente, dejando de comer, sobreexigiendo el cuerpo con ejercicio y peso, ¡haciéndonos cirugías de nombres extraños! para ser aceptados dentro de estándares de belleza demasiado exigentes, que nos consumen la energía que podríamos utilizar para hacer del mundo un lugar mejor.
Si, y encima la mayoría de las cirujías quedan horribles.
¡Pero ese no es el punto! Lo que importa es no atacarse a uno mismo para ser de un modo u otro. Después, después.. Ah! Juan Bonin. Un lingüista de la Universidad de San Martin, habló sobre la desigualdad lingüística y los problemas que trae no entender – en ningún caso – la letra de los médicos o hablar distintos idiomas dentro de la misma Argentina, como el guaraní por ejemplo. Siguió Gustavo Schujman, profesor de genética bacteriana de la UNR y miembro del CONICET, contó que la tecnología del bioplástico (producido a partir del almidón y las azúcares de las plantas) y el biocombustible como el biodiesel (producido a partir de la soja) ya están disponibles en Argentina, a la espera de que la política y las empresas incentiven su producción y su uso para reemplazar el plástico y el combustible convencional que provoca daños irreparables en el ambiente. Después estuvo Nico de “Nico Ilustraciones”, un ilustrador que contó cómo es la vida de un dibujante. Y no tengo mucho para decirte de él, más que buscalo en Instagram y mirá lo que dibuja, es todo un un comunicador de temas sociales y políticos.
A ver, lo busco. ¿Cómo es? ¿Nico cuánto?
Nico Ilustraciones, tiene un montón de seguidores, te va a aparecer primero
Ah sí, acá está, ya lo tengo, después lo miro. Contame más.
Después de eso y para sorpresa de todos, apareció en escena una angloparlante que fue monja taoísta y dominatriz de calabozos de Nueva York. Tuve que googlear qué significaba todo eso y es bastante chino. El punto es que Kasia Urbaniak dio todo su discurso en inglés y estuvimos estupefactos escuchándola. Habló sobre la diferencia de género con ejemplos concretos y la aplaudimos con muchas muchas ganas, su lema es redefinir lo que significa ser una chica buena. Después llegó el uruguayo Javier Artigas Herrera, conocido como “el uruguayo que le salvó la vida a Casciari”.
¿Quién?
La cuestión es así. Este hombre, un enfermo renal con tratamiento de hemodiálisis y muchísimos problemas económicos, que a raíz de su enfermedad no podía trabajar, alquilaba una habitación de su casa por Airbnb. Casciari fue el segundo huésped que tuvo y al tercer día de estar alojado en su casa le dio un infarto. El uruguayo hizo lo imposible para llegar rapidísimo al hospital más cercano a su casa en Montevideo y Casciari fue operado, le pusieron uno o dos stends y se salvó. A raíz de eso y desde la cama del hospital, el escritor le dio una excelente puntuación en su cuenta de Airbnb contando lo sucedido, y la historia llegó a oídos del CEO de la compañía que contactó inmediatamente al uruguayo. Al día siguiente, voló a Montevideo, donde se quedó diez días en su casa y con su familia. A partir de ese contacto, el CEO de Airbnb le ayudó a crear Connectus Medical, una aplicación para que los enfermos renales que se hacen hemodiálisis puedan viajar a donde quieran, contratando previamente un lugar donde hacerse el tratamiento. Javier se emocionó mientras lo contaba, fue realmente increible.
¡Una cadena de milagros!
Ni más ni menos, creo que ni él puede creer todavía todo lo que le pasó. La penúltima fue Cecilia Ce, ¿la conoces? Le dicen La Lic., es una psicóloga y sexóloga argentina que tiene una columna semanal en el programa Últimos Cartuchos de radio Vorterix. Habló sobre la necesidad de los humanos de querer controlar todo y cómo el orgasmo está directamente relacionado a la falta de control. Nos hizo reir muchísimo con sus términos, señas y anécdotas de pacientes. El último orador fue un juez de familia jubilado de Rosario, que creó una obra de teatro a partir de algunas de las historias que vivió en su juzgado. Está ahora en cartelera y es un éxito. Al finalizar, pidió a todos los que forman parte de la cadena de la justicia que entiendan que detrás de cada carpeta con papeles, detrás de cada expediente, hay personas y que, a veces, a las cosas hay que hacerlas ya, no la semana que viene, sobre todo si detrás de esos papeles, hay niñas o niños. Uff, no paré de hablar, se nota que me gustó, ¿eh?
Si, te gustó y a mi también. Casi que lo viví con vos. El año que viene vamos juntos
Los viajes se pueden contar de muchas maneras. Podemos explayarnos, ser escuetos, hacer foco en una sola cosa, destacar lo que sobró – en Tedx por ejemplo, música, gente, cerveza artesanal y sol – o lo que faltó – opciones de comida vegana – describir las paradas, los carteles, las personas que conocimos. Podemos hablar de lo que sentimos o de la expectativa previa y el balance con lo encontrado, pero sin el ejercicio de contar nos perdemos de hacer las conexiones más importantes. Es contándola cuando repasamos la historia y la hacemos nuestra. Ayer en Tedx Rosario y después de mucho tiempo entendí por qué mi papá me enseñó a contar el viaje.-
Hoy es viernes y siento que pasó un mes desde el viernes pasado. ¿Cuántas cosas pasan en una semana? A veces tengo el impulso de hacer una lista. Pasan las horas, los días, los fines de semana. Los problemas, las malas noticias, las vacaciones. Nunca la hago.
Voy en moto por calle San Lorenzo. El vientito me hace bien, lo siento en la cara. A veces puedo disfrutar del camino sin pensar en lo que tengo que hacer cuando llego. Escucho a alguien que grita, aunque no entiendo qué dice. Busco y veo a una chica de estatura media y pelo largo que corre por calle Balcarce en contramano. Más adelante va una moto, también contramano. Un auto de frente esquiva primero a la moto y después a la chica, que corre con el brazo derecho levantado. Pide algo, algo que le sacaron. Desacelero y la miro, tiene la cartera colgando: es el celular lo que le robaron. Ella baja la mano y, de a poco, frena; se rinde. No va a alcanzar a la moto que ya dobló por calle Urquiza. El señor del auto frena y se acerca; yo sigo, tengo reiki a la una.
Hace una semana fue a la radio un experto en ciencias ocultas y paranormales. Un hombre alto, de unos cincuenta años, con músculos de gimnasio y ojos celestes saltones. Tenía una camiseta gris dry fit y zapatillas nike blancas talle cuarenta mil. Habló de los amarres, los sapos con la boca cocida, las cruces de sal y de todo el mal que una persona puede hacerle a otra. «Borren la fecha de nacimiento del Facebook ya mismo», fue uno de los consejos para los oyentes. Parece que esa fecha es clave. Ese día mi columna literaria fue sobre «La chica del milagro». Es la historia de una chica que es atropellada por un auto y está 35 días internada sin saber si va a volver a caminar. Finalmente lo logra (perdón el spoiler) pero siente que sus piernas pertenecen a alguien nuevo, esos segundos primeros pasos vuelven el cronómetro de su vida a cero. Cuando terminé y entró la tanda, el brujo me dijo que tres más cinco es ocho y el ocho es el número del sagrado corazón, guiño guiño. No le entendí.
«Como mínimo tres alineaciones energéticas por año para evitar todo tipo de magia negra», fue el segundo consejo. Antes de terminar se ofreció a darnos gratis su servicio de limpieza, siempre que le consigamos unos habanos especiales. Meli salió en búsqueda, pero enfrente había unos gruesos, no los finitos que él quería. Volvió al estudio y llamó a un kiosco y una cigarrería para conseguirle al brujo su instrumento de trabajo, pero nadie tenía. Entró a la mesa y le dijo con señas, mientras el charlaba con las conductoras sobre el juego de la copa, que no había de sus habanos en ningún lado. Zafamos, pensé. «Si no hay habanos que sea un paquete de parisién». Las chicas pasaron de a una. El brujo deportista daba una pitada profunda y expiraba el humo a lo largo de sus brazos, arriba de la cabeza, en el pecho. El humo se quedaba como suspendido, formando una cortina espesa que las envolvía como un hechizo. Al final evaluaba la colilla del parisién y eso revelaba el estado energético de la paciente y el lo explicaba junto con un tratamiento. Antes de saber el primer veredicto, me fui. Mi cerebro me dijo alerta-peligro y rajé. Cuando salí le pedí a mi reikista la limpieza de rigor.
Alicia impone sus manos y hace una serie de movimientos sobre mi cabeza. Tengo los ojos cerrados, pero la veo, hay mucha claridad en la habitación. Murmura algo. Mueve y remueve la energía que sale de mi cuerpo. Inhalo y exhalo, cada vez más profundo y de a poco me voy. Estoy acostada sobre la arena de una playa vacía. Está nublado y estoy paralela al mar mirando las olas ir y venir. Creo que encontré a mi Dios, el Dios Mar. Tenerlo cerca es todo lo que necesito para lo que yo entiendo que es estar en paz. El caniche de Alicia salta del sillón y el ruidito de sus uñas sobre el parquet me distraen. Vuelvo al reflejo blanco que hay del otro lado de mis párpados.
Busco el mar de nuevo y esta vez llego a una pared negra con un rectángulo en el centro. El rectángulo se agranda hasta cubrir toda la pared y en el centro se abre otro rectángulo y así. En el medio estoy yo que caigo a un pozo que en el fondo tiene un libro gigante de hojas blancas lisas. Es el libro que tanto deseo con todas las hojas blancas que quedan por escribir, con espacio para horas, días, fines de semana. Pero también para problemas, malas noticias y vacaciones. El libro se cierra y me quedo ahí adentro y sonrío. Podes ir abriendo los ojos de a poquito, me dice Alicia, mientras apaga las velitas que me rodean.
Nunca llegamos a la India de Juan Sklar es todo lo que no se espera de su título porque el protagonista de este libro SI llegó a la India y estuvo seis meses caminandola.
Lejos de apegarse a la versión “new age” de los que viajan a India en una búsqueda espiritual y para eso se visten de blanco y se dejan la barba larga, Sklar cuenta sin tabúes y a veces con demasiada crudeza, lo que pasa, lo que ve y deja a la luz la hipocresía que muchas veces reina en los relatos de los viajeros. Desviste su experiencia de mística y la llena de sensatez, sentido común, realismo, provocando incluso más interés (al menos eso me pasó a mi) de conocer este país, su cultura y sus creencias.
El libro intercala el diario personal de viaje de Jano Mark, su protagonista y alter ego del escritor, con recuerdos de su infancia y adolescencia. Aquellos momentos clave de su vida en Buenos Aires, de su ambiente familiar que incluyen largos reproches a sus viejos y dan cuenta un poco por qué a Jano le pasa lo que le pasa. Hay un lucha interior muy grande, una queja constante y la necesidad urgente de saciar el deseo, muchas veces sexual, que le atormenta la vida. Tiene altibajos, se convierte por momentos en un ser despreciable, pero enseguida todo cierra y el lector empatiza con los arranques y las actitudes del protagonista.
Además, esta historia aporta al lector mucha información de la India: lejos de la seriedad de las guías de viaje, el lector se recorre el país junto con el protagonista, primero el norte, Delhi, el Taj Majhal, la región de Rajasthan, Varanasi, el Ganges, las playas del sur. Hace una descripción con lujo de detalles de su recorrido, cómo se transporta de lado a lado, qué come, qué le ofrecen, cómo es el clima, etc. Describe vivencias personales con indios, datos únicos que escuchó de la boca de sus habitantes, leyendas del hinduísmo, sus deidades, qué es un gurú, un ashram, una pooja, un tuk tuk, un ghat, qué significan sus festivales, sus ritos, cómo rezan, etc. Leyéndolo aprendí un montón de cosas. ¿Saben ustedes por qué los musulmanes miran hacia un determinado lugar cuando rezan, en qué creen los jainistas o por qué uno de los dioses del hinduísmo es una hombre con cabeza de elefante? Si no lo saben, lean Nunca llegamos a la India, que se van a nutrir de toda información mientras disfrutan de una novela súperfresca. Es tan entretenido el derrotero del protagonista que deja al lector atrapado queriendo saber siempre un poco más. Es una novela erótica, es un diario de viaje, es una historia de redescubrimiento personal. Y es muchas veces muy graciosa.
Juan es periodista y tiene un taller de escritura que se llama: El Cuaderno Azul. Además, el año pasado estuvo haciendo una serie de columnas en el programa de radio de Mario Pergolini que se llaman: Cartas al Hijo y del conjunto de esas cartas se editó un libro homónimo. Están todas online, si les interesa escucharlo, conocerlo previo a meterse de lleno en Nunca llegamos a la India – Beatriz Viterbo Editorial. No es una editorial masiva, así que no salgan a buscarla a las grandes librerías, vayan por las más chicas o pidanlo por correo.
En plena discusión sobre la despenalización del aborto, una adolescente le habla en cámara a “les diputades indecises”; un maestro cordobés es amenazado por hablar de “les romanes” en su clase de historia; la difusión del programa de salud sexual y reproductiva para jóvenes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dice “todxs tenemos derechos” y un club de fútbol de primera división recibe al alumnado de un colegio y luego agradece en su red social a “todes por venir”.
En la vereda de enfrente, la Real Academia Española (RAE), considera innecesaria la utilización el @, la x y la e en el idioma español, al mismo tiempo que aprueba palabras como “guasap” y “yutubero”. Los medios de comunicación instalan el tema en agenda, pero no modifican sus manuales de estilo y en el mundo editorial apenas asoman algunos libros escritos con variantes inclusivas.
El debate, producto de la histórica lucha por la igualdad de género, dio lugar a la configuración inmediata de defensores y detractores que, cada vez más aferrados a sus posturas contrapuestas, solo provocan desconcierto sobre lo que pasará en un futuro cercano: ¿Cómo hablarán las nuevas generaciones? ¿Es el cambio en la lengua un paso esencial hacia una sociedad más inclusiva?
El idioma español tiene reglas. Los sustantivos, adjetivos y pronombres tienen marca de género y número. Por ejemplo, en la palabra “mala” la vocal temática es la “a” y es un adjetivo-femenino-singular y la palabra “perros” es un sustantivo-masculino-plural. Para hablar de un grupo de mujeres, se utiliza el femenino, mientras que el masculino es usado no sólo para nombrar un grupo de hombres, sino también un grupo mixto: este último es el denominado masculino genérico.
Esta elección, lejos de ser al azar, fue acorde a un contexto de dominio del hombre sobre el mundo y a una desigualdad de derechos con respecto a la mujer que se mantuvo a lo largo de varias décadas. Por ser el lenguaje una convención social, ésta es la forma en que aprenden a hablar los 577 millones de hispanohablantes del mundo.
Cuenta la historia
Como casi todos los procesos, la transformación de la lengua tiene su historia. En Argentina, fue en los años setenta, cuando la crítica feminista cuestionó las marcas masculinas en el castellano. Unas cuantas pioneras denunciaron diversos usos sexistas del idioma español y apostaron por la necesidad de un cambio lingüístico: el lenguaje no sexista.
Desde aquellos años a esta parte, fue un trabajo de hormigas que paulatinamente conquistó diversas esferas. Uno de los momentos de gran visibilización fue cuando la ex-presidenta incluyó en sus cadenas televisivas el hoy ya trillado “todos y todas”. En ese contexto, surgieron guías de uso no sexista del lenguaje en los medios y en la administración pública.
Pero, en los últimos años, se abandonó la lucha por la incorporación del cupo femenino para abolir, directamente, la lógica binaria dominante (hombre-mujer) y dar espacio a todas las identidades de género con el @ y la x. Enseguida surgió una nueva problemática: ¿cómo se pronuncian las palabras tod@s o todxs? Fue durante la cuarta y última etapa de esta evolución cuando la e dio respuesta al interrogante y permitió la práctica oral del lenguaje inclusivo con el “todes”.
Algunas voces
Las diferentes posiciones dieron lugar a un debate, que más allá del resultado, permitió al hablante reflexionar sobre el por qué de los modos de hablar. “La lengua siempre implica una arena conflictiva que se encuentra en tensión entre sus regulaciones institucionales y los procesos de cambio y transformación en el tiempo, dado el uso creativo que hacen de ella sus hablantes”, explicó en conversación con Clapps!Javier Gasparri, docente de Literatura Argentina en la Facultad de Humanidades y Artes y Secretario Técnico del Instituto de Estudios Críticos en Humanidades (UNR-Conicet), y agregó: “El lenguaje verbal cumple funciones constitutivas (más que fundamentales) en cualquier transformación. Por lo tanto es lógico y necesario que se planteen demandas allí. Las acciones que se impulsan en el uso del lenguaje inclusivo (en el sentido de no sexista) suponen el reconocimiento de exclusiones identitarias, subjetivas, corporales, que históricamente no son inocentes y no se pueden justificar del todo satisfactoriamente desde ciertos paradigmas teóricos sin hacer intervenir una dimensión política. Esas exclusiones son vivenciadas y el uso del lenguaje inclusivo puede funcionar como un laboratorio experimental que procura desandarlas y afirmar otros lugares posibles dentro de una lengua”.
La RAE, como el organismo dedicado a la elaboración de reglas normativas para el idioma español, se pronunció desde la vereda opuesta y declaró por Twitter: “El uso de la letra «e» como supuesta marca de género es ajeno al sistema morfológico del español, además de ser innecesario, pues el masculino gramatical funciona como término inclusivo en referencia a colectivos mixtos, o en contextos genéricos o inespecíficos.”
En la misma línea, Darío Villanueva, director de la Real Academia, dijo que se está confundiendo “gramática con machismo”. Sin embargo, la institución que sí aprobó palabras como “tuit”, “yutubero” o “guasap”, tiene una historia bastante particular respecto de las expresiones sexistas: hasta diciembre de 2017 la expresión “sexo débil” fue definida como “conjunto de mujeres”. A partir de una solicitud de change.org firmada por 193.000 personas (en la que se pedía la eliminación de la definición) el organismo resolvió agregar a continuación: “con intención despectiva o discriminatoria”.
La sensación de incomodidad que para muchos produce hablar con la “e” es el objetivo de quienes promueven el cambio, porque así es como buscan ser vistos y luego, nombrados. “Entender al lenguaje como institución social nos permite dimensionar su poder creador, ya que gracias a éste recibimos un nombre y cobramos existencia en la sociedad. Si bien ese nombre nos es dado, la lucha feminista del presente nos permite cambiarlo y elegir qué lugar ocupar en esa existencia social”, expresó en charla con Clapps! Olinda Cabello, militante de la organización feminista “Mala Junta”.
“Entendemos que el objetivo del uso del lenguaje inclusivo – además de incorporar a otras identidades de género que no se sientan nombradas mediante las desinencias gramaticales masculina o femenina – es generar cierta incomodidad para interpelar a quienes participan del acto comunicativo. En cierta medida, su potencia reside en su confrontación con la normativa”, expresan desde Fundéu, un programa de la Fundación Instituto Internacional de la Lengua Española (FIILE) que en convenio con la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) de España tiene como principal objetivo impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de Argentina.“Fundéu Argentina basa sus recomendaciones del buen uso del español en las normas elaboradas por la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y plasmadas en sus obras académicas. También otras obras de carácter normativo. Cuando recibimos consultas sobre lenguaje inclusivo, respondemos de acuerdo con dichas normas”, explican al respecto en esta charla con Clapps! y agregan: “Sin embargo, como creemos que la discusión sobre el lenguaje inclusivo excede el plano de las normas gramaticales dado que se trata de un uso político (y transgresor) del lenguaje, consideramos que es potestad de los hablantes tomar este tipo de decisiones y no es nuestra tarea censurarlas (más allá de que debemos informar cuál es la normativa vigente y recomendar alternativas que la contemplen). Si impugnáramos o respondiéramos un posicionamiento político con argumentos gramaticales, no estaríamos comprendiendo la naturaleza del fenómeno. Quien usa lenguaje inclusivo subvierte las normas de manera consciente y con fines específicos: nombrar a quienes no se sienten nombrados con el masculino genérico y visibilizar la desigualdad social entre los sexos y géneros”.
El lenguaje que se conoce como inclusivo o incluyente cumple su función en los casos en que no se conoce la identidad de género de las personas a las que se le está hablando o cuando se sabe que los interlocutores no se auto perciben ni como hombres ni como mujeres. Utilizarlo o no será una elección lingüística, que definirá una posición (muchas veces política) del hablante, pero no hay (ni habrá, en principio) sanciones de ningún tipo por no hacerlo.
“No se puede hablar de correcto o incorrecto, ya que usar lenguaje inclusivo no es un error, sino una elección que refleja un posicionamiento político”, reflexionan desde Fundéu y agregan: “El lenguaje es una convención que sirve para comunicarnos; no le pertenece a nadie y no necesita defensa ni protección. Una cosa es la elaboración de normas para garantizar un estándar lingüístico del español (trabajo que hacen la RAE y la ASALE) y las recomendaciones de uso de acuerdo con dichas normas (trabajo que hacemos en Fundéu), y otra es erigirse en cruzados del idioma contra enemigos imaginarios”.
En la misma línea, Gasparri argumenta: “Si su sentido político tiene que ver con una desobediencia a las imposiciones normativas, entonces no cabe pensarlo de manera obligatoria. Más bien, podría decirse que supone una invitación o que puede incentivarse previa explicación de sus razones, pero desde ya que no puede ser obligatorio”.
En el submundo de las redes sociales el tema es #trendingtopic (“tema del momento” según la RAE) y las opiniones son múltiples. Algunos hablantes consideran que el “todes” va en contra del uso espontáneo de la lengua, porque impone un modo forzado que a la vez contradice su esencia de respeto por todas las banderas. Otros convienen en que, más allá de las aristas, los cambios en la lengua no constituyen peligros y aunque no lleguen a transformaciones, conducen al replanteo o a la duda.
¿Qué pasa con el lenguaje inclusivo en los medios de comunicación?
“Aún no está incorporado – explica Alicia Simeoni, Secretaria Adjunta del Sindicato de Prensa de Rosario – pero sí se ve un esfuerzo de visibilización de las cuestiones de género, de incluir a la mujer y sacarla de los roles tradicionales o estigmatizantes” y agrega: “Se ven textos, expresiones, que pretenden hacer el esfuerzo de comunicar, buscando alternativas para nombrar, siempre con la lógica y la convicción de que lo que no se nombra, no está dicho. Pero los ejemplos todavía son aislados. Se ve en aquellos medios más de tipo autogestionario, cooperativos y no en los medios que conocemos como tradicionales, dejando el criterio de redacción al compromiso de cada una de las trabajadoras o trabajadores de prensa. Nosotros en la comunicación del sindicato de prensa podemos hacerlo y hemos elegido la utilización del lenguaje inclusivo y puede verse en nuestra página, nuestro facebook y en las distintas comunicaciones que hacemos”.
“El lenguaje inclusivo es, antes que nada, un posicionamiento político. Se usa como un recurso persuasivo, que agrega una capa extra de sentido con la finalidad de interpelar a oyentes o lectores sobre una problemática social”, agregan desdeFundéu. “El lenguaje no es más que otro de los territorios que disputamos día a día, territorio que los medios pretenden monopolizar, pero eso es imposible porque incluso queriendo callarnos tienen que hacer notas sobre la RAE y sus opiniones sobre el lenguaje inclusivo”, opinan desde la organización feminista Mala Junta.
Respecto al mundo editorial, el periodismo de género, con su público abierto y deseoso de cambios fue el primero en publicar con lenguaje no sexista. En “Putita Golosa. Por un feminismo del goce”, el segundo libro de Luciana Peker, periodista de género y escritora argentina, el lenguaje utilizado no se limita a ninguna de las variantes en particular, sino que las mezcla con el masculino genérico y lo presenta así: “Este libro intenta contener un lenguaje inclusivo y no sexista (…) Por eso se intercambian femeninos, masculinos, x, todas y todos o barras de ellos/ellas en la corazonada de letras que convoquen a ser leídas y a abrir fronteras sin corsets ni reglas fijas”. La literatura para niños es otro de los segmentos en donde los escritores se animan a plantear esta variante.
¿El uso de “todes” genera una sociedad más inclusiva?
Vanesa Squillaci es actriz. Comenzó haciendo transformismo arriba de un escenario, hasta que un día supo que esa era su verdadera identidad. Hoy es una mujer trans que luce como cualquiera de su edad, con la sola diferencia que ella no nació así: “El lenguaje inclusivo está bueno para los adolescentes, las nuevas generaciones que ya vienen con otro chip. Para los de mi edad o mayores no va a ser tan sencillo. Sin embargo, creo que va más allá del cambio de algunas letras, porque en la práctica no sé hasta qué punto estamos incluidas. Desde el momento que hablan de incluir o de aceptar nos están diciendo que somos diferentes y eso revela que hay mucha hipocresía. Hoy la sexualidad es muy diversa, hay miles de ramas y combinaciones posibles. En el futuro vamos a ser todos seres sexuales, ni el, ni la, ni x ni @”.
Squillaci cree que la inclusión es relativa y hace hincapié en la importancia de aspectos materiales que influyen positivamente en su cotidianeidad como, por ejemplo, el cambio de identidad que le permitió ir a un banco o a un consultorio médico y no ser llamada por su nombre anterior o las oportunidades laborales que se generaron en la provincia de Santa Fe por el llamado “cupo trans”.
“Si asumimos una posición performativa en torno al lenguaje, el modo en que se lo afecte a través de esas huellas ya supone una materialización diferente de la realidad”, explica Javier Gasparri y continúa: “El hecho de generar conciencia puede ser acompañado por el uso del lenguaje inclusivo pero desde ya que es algo que se debe propiciar a través de múltiples dispositivos culturales, sociales, y desde diferentes estrategias políticas de sensibilización. Por supuesto, tampoco puede resolver ciertas condiciones materiales de existencia (violencia, vulnerabilidad social, precariedad, desigualdad económica). Por lo tanto, el uso del lenguaje inclusivo es obvio que no puede resolver todo (todos los planos, todas las demandas, etc.), pero puede acompañar toda y cualquier otra estrategia de inclusión (emancipatoria, contrahegemónica) a través de la incorporación de sus búsquedas lingüísticas, pues su uso no es excluyente ni incompatible con estrategias impulsadas desde otros planos, sino todo lo contrario. El lenguaje nos constituye, por eso lo que se afecta no es un detalle accesorio”, agrega Gasparri.
Existen varias alternativas para evitar un uso sexista del lenguaje. “El uso de sustantivos colectivos o abstractos es una forma sutil de evitar el masculino genérico sin usar fórmulas que pueden considerarse censurables o agramaticales. Desde Fundéu Argentina es una de las opciones que recomendamos a quienes nos consultan. Este recurso tiene limitaciones y su uso deberá evaluarse según el contexto y combinarse con otras opciones para que el resultado no sea artificioso o rebuscado”, explican desde Fundéu.
Los manuales de estilo de lenguaje no sexista, no solo abordan los aspectos meramente lingüísticos, sino también de concepto, como la asignación de roles o comportamientos. Por si el lector quiere incorporarlas, estas son algunas de las estrategias más habituales:
1.- Desdoblamiento:
Los diputados // Los diputados y las diputadas
2.- Uso de genéricos
Los jóvenes // La juventud
Los estudiantes // El colectivo de estudiantes
Los funcionarios // El funcionariado
3.- Uso de barras
Interesados // Interesados/das
4.- Cambiar la redacción de la frase
Los profesionales tienen // Las personas profesionales tienen
5.- Uso del sujeto tácito
Los estudiantes tienen que saber // Tienen que saber
6.- Construcciones metonímicas
Los jóvenes tienen que dirigirse // La juventud tiene que dirigirse
7.- Uso de sinónonimos sin marca de género
Apasionados de la música // Amantes de la música
8.- Sustitución de pronombres con marca de género por quien/quienes
Aquellos que tengan // Quienes tengan
9.- Sustituir por cuantificaciones:
Los estudiantes tienen // Cada estudiante tiene
10.- Eliminar el artículo en sustantivos comunes en cuanto a género
La beca es para los adolescentes y los jóvenes // La beca es para adolescentes y jóvenes
Pensar el futuro
“No se puede saber cómo evolucionará la lengua. Si el uso de la vocal “e” como desinencia neutra (u otra forma de lenguaje inclusivo) persiste en el tiempo y comienza a ser mayoritario o muy extendido, las academias lo registrarán”, afirman desde Fundéu.
Javier Gasparri considera que las variantes inclusivas en los modos de hablar son, por ahora, solo una invitación: “Si finalmente algún día, tras las resistencias iniciales, es reconocido institucionalmente, ahí ya se abrirá otra discusión. Pero por ahora no podemos hacer futurología y simplemente nos entregamos a la fluidez de sus experimentaciones”.
“Por primera vez estos temas que parecen manejarse en un conglomerado poblacional de quienes estan sensibilizados por la temática, tuvieron llegada masiva, por primera vez entraron a la casa de muchas mujeres que nunca habían visto a otros hablar de este modo, hablar sobre sus derechos y los de la diversidad sexual y en términos que no fueran peyorativos o estigmatizantes. No quiero ser exitista, creo que hay un gran trabajo por delante y por hacer, pero creo que el trabajo realizado de muchos años está surtiendo efectos ahora ”, agrega Simeoni.
Según datos de la Academia Porteña del Lunfardo son los menores de 25 años los que inventan el 99% de las palabras y son muchos de ellos los que terminaron este año con la inscripción “les egresades 2018”. La rápida aceptación que tuvo entre los más jóvenes el uso del lenguaje inclusivo muestra al resto de la sociedad que ellos ven un mundo diferente, más igualitario. Esto tiene que ver, entre otras cosas, con su modo desprejuiciado de relacionarse: ya no se trata de varones o mujeres sino de personas. La inclusión a través del lenguaje carga un sentido que va mucho más allá del cambio de una letra: tomar conciencia para borrar límites y, sin construir nuevas fronteras, ubicar la lengua a la par de la realidad.-
La legislación actual deja último a Argentina en la lista de países de América Latina, con apenas dos días pagos de licencia por paternidad. La extensión del plazo es una de las claves en la lucha por la igualdad de condiciones laborales entres hombres y mujeres. Un cambio que parecía inminente continúa en sala de espera.
La ley laboral argentina concede dos días de licencia paga a los trabajadores varones por el nacimiento de un hijo. No contempla a los trabajadores informales, a los matrimonios de parejas del mismo sexo ni a los padres que adoptan. Las voces de los diferentes sectores coinciden en que el número de días debe ampliarse inmediatamente. Las regulaciones de los países vecinos y no tan vecinos, también. Decenas de proyectos que pretenden ampliar este beneficio por ley, duermen hoy en el Congreso Nacional y lo mismo ocurre en la legislatura de la provincia de Santa Fe. La razón por la que el poder frena un derecho tan lógico y justo como el de un padre de presenciar los primeros días de su hijo recién nacido sigue siendo una incógnita.
La ley de contrato de trabajo Nº 20.744 fue promulgada en mayo de 1976 y en su artículo 158 dice que “el trabajador gozará de las siguientes licencias especiales: 1) por nacimiento de hijo, dos días corridos” y se mantiene sin cambios desde entonces. Brasil, México y Chile otorgan cinco días a los padres; Colombia, ocho; Uruguay, 13 y Ecuador y Paraguay, 15.
Los empleados públicos de la ciudad de Buenos Aires disponen de hasta 45 días de licencia durante el primer año de vida de su hijo/a, según una modificación recientemente aprobada. El número también varía entre los empleados públicos de las distintas provincias. En Santa Fe, son ocho.
El régimen actual de licencias al que tiene derecho un trabajador/a del ámbito público provincial santafesino, contempla una licencia por maternidad a las mujeres trabajadoras que tienen un hijo/a biológico/a de un total de 135 días y un período de licencia de 8 días al padre biológico. El proyecto de ley presentado por la diputada Silvia Augsburger y el diputado Rubén Giustiniani del bloque Igualdad y Participación propone un cambio de concepto en el sistema completo de licencias por hijo/a: “Nuestra propuesta plantea un cambio conceptual: establece la diferenciación entre la licencia por parto y la licencia de cuidado que requiere un niñx en sus primeros meses de vida o al ser adoptadx. Para ello planteamos cuatro categorías de licencias: en primer lugar, las licencias por tratamiento con técnicas de reproducción médicamente asistida con un total de 30 días continuos o discontinuos por año calendario. En segundo lugar, la licencia prenatal, que sería de 45 días anteriores a la fecha de parto. En tercer lugar, la licencia por maternidad o paternidad, con un total de de 30 días a partir del nacimiento o del otorgamiento de la guarda con fines de adopción o de la inscripción en el registro civil, y por último, la licencia parental, que le corresponde a unx de lxs dos progenitorxs hasta completar un total de 180 días posteriores al nacimiento, a la guarda adoptiva o a la inscripción en el registro civil”.
Gonzalo Utrera es abogado especialista en derecho laboral y considera que la modificación es una necesidad, pero a la vez una solución parcial: “Es necesario que se amplíe la licencia, estamos muy atrás, basta repasar los países limítrofes y el resto del mundo y ver que todos tienen regímenes más amplios. De todos modos, entiendo que es una solución muy parcial y sesgada, porque el 40% del trabajo argentino está en negro, así que sería una situación que beneficiaría solo a una parte del país. Es decir, seguiríamos con los problemas de fondo profundizados, pero en este contexto desfavorable, por lo menos, es bueno encausar un poco la realidad de los trabajadores con estas pequeñas cosas, sin perder de vista que quedan sin resolver los problemas de fondo”, explica. En esa misma línea se inscribe la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario (AEC) : “Es evidente que es necesario aumentar los días, teniendo en cuenta todo lo que implica criar un hijo. Pero, hay que tener cuidado que no se reivindiquen estos derechos en medio de otras leyes que se quieren modificar y donde la intención sí es perjudicar los derechos de los trabajadores. Está bien que se plantee, pero teniendo cuidado en el marco de qué reforma laboral se hace”, detalla Sebastián Ferro, secretario gremial.
Otras de las aristas que plantea este asunto es la desactualización convertida en discriminación. La ley vigente no contempla los casos de matrimonios del mismo sexo, adopción o fertilización in vitro. Sebastián Ferro considera que la ley es discriminatoria: “Hoy en día las leyes se regulan teniendo en cuenta cuestiones de género y es necesario que pase lo mismo con esta ley. Poner en pie de igualdad las licencias”. Estas consideraciones fueron tenidas en cuenta por el proyecto que hoy está en la Comisión de Asuntos Laborales de la legislatura provincial esperando a ser debatido. “La propuesta aborda las situaciones de parejas conformadas por dos personas del mismo sexo y lo que hace es distinguir lo que significa una licencia por parto de la licencia de cuidado, que es lo que requiere unx niñx que llega a un hogar al nacer o al ser adoptadx. En este último caso, no se hace distinción en relación al sexo de la persona que cuida y por tanto es la pareja progenitora la que decide cual de lxs integrantes de la pareja toma la licencia. Y con respecto a la adopción, hoy la legislación no la contempla. Sí está contemplado en los convenios colectivos. En nuestro proyecto, no se hace distinción respecto a si el/la niñx llegó al hogar por un parto biológico o si fue adoptadx. La licencia es la misma para ambas situaciones”, explica Augsburger.
En el sector privado, existen algunas empresas que crean sus propias políticas internas de ampliación de días pagos por paternidad. “Según la ley a los padres les corresponde solo dos días, por eso lo que hacemos siempre desde Gerlero, es agregarles una semana de vacaciones. En general, los empleados no lo cuestionan y suelen estar agradecidos con esta semana que se agrega de vacaciones como parte de un acuerdo interno entre la empresa y los trabajadores”, cuenta la Gerenta General de Recursos Humanos de Perfumerías Gerlero – una empresa rosarina que emplea a más de 100 personas – quien prefirió no dar su nombre y apellido. “Cuando los chicos están por ser padres, avisan el día que tienen que salir, si es que no hay cesárea programada y a partir de ese día corre la licencia. Algunos me han pedido algunos días más, pero suelen pedir dos o tres días y nada más, generalmente a cuenta de vacaciones. Como máximo han pedido siete días pero solo en casos en los que no tienen con quién dejar al bebe o ha habido alguna complicación con la mujer”, agrega sobre este punto la Gerenta General de Recursos Humanos Imca y Per – otra empresa santafesina de más de 150 empleados – quien tampoco quiso dar a conocer su nombre y apellido. En el caso de Carrefour, la Asociación de Empleados de Comercio impulsó acciones para que se extiendan los días de licencia por paternidad: “Se ha pedido a través del cuerpo de delegados y se logró que se les de siete días a los papás cuando tienen hijos”, explica el secretario gremial Sebastián Ferro y sigue: “Sin embargo, en la mayoría de los casos se aplican los dos días y los afiliados no se quejan al respecto”.
Unicef dio a conocer, a propósito del día del padre, una serie de datos: dos de cada tres chicos de menos de un año viven en países sin licencia por paternidad remunerada (alrededor de 90 millones en el mundo). Argentina es el país con la licencia más reducida de toda la región. #LaPrimeraInfanciaImportaes la campaña lanzada por Unicef, Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) y ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) para revalorizar el papel de los varones en la crianza de sus hijos y sugiere a los gobiernos y empresas para que inviertan más en políticas públicas que brinden a los papás, el tiempo y apoyo que necesitan para cuidar a sus bebes. “Los primeros mil días tienen un efecto considerable en el futuro de un niño. Tenemos una sola posibilidad de hacer bien las cosas”, reza el subtítulo de la campaña publicada en www.unicef.org.
Mauro Palena es empleado en una empresa constructora en la ciudad de Rosario y fue padre el 16 de agosto pasado. Como su hija nació un día jueves, pudo aprovechar el fin de semana. Se tomó cuatro días: jueves, viernes, sabado y domingo. Prefirió no unir los días de licencia con las vacaciones, sino utilizarlas luego de que se termine la licencia de maternidad de su mujer. Las vacaciones se volvieron la única posibilidad de estar con su hija. “Yo no tengo objeciones con la empresa porque ellos me dan los días que corresponde, pero sería mucho mejor si habría más días para poder estar con mi hija”, dice Palena.
El avance hacia la coparentalidad tienen un efecto en la reducción de la disparidad económica y en el aumento de oportunidades profesionales para hombres y mujeres. Eso genera una distribución más igualitaria de las tareas de cuidado de los hijos en el hogar, tareas que historicamente recayeron en las mujeres. Para analizar este punto, existen datos que se desprenden del Reporte Anual de Brecha de Género que publica el Foro Económico Mundial. El estudio toma en consideración cuatro variables centrales: la participación y las oportunidades económicas, el acceso a la educación, la salud y la supervivencia, y finalmente el empoderamiento político: ¿Qué lugar ocupa Argentina en ese ranking? Está en el puesto 34 de los 144 países, y su puesto tiene que ver con el buen índice que obtiene en lo que refiere al empoderamiento político. Sin embargo, si se toma sólo en cuenta la variable de participación y oportunidades económicas, ocupa el puesto 111. Las estadísticas muestran que las mujeres argentinas dedican el doble de horas a tareas domésticas que los hombres y en el trabajo la brecha salarial es del 26%.
Las voces de todos los sectores apoyan los cambios. Pero los derechos de los progenitores y, principalmente, de los hijos siguen en la sala de espera. ¿Las razones?: “Desde la presentación de la iniciativa en el año 2016, no ha existido hasta hoy voluntad del oficialismo parlamentario para dar tratamiento a un cambio en este tema”, explica Silvia Augsburger. “A nosotros nos pasó con el descanso dominical. Es muy díficil lograr derechos que mejoren la vida de los trabajadores y que impliquen reducir las horas de trabajo”, explica Sebastian Ferro. El hecho de que las licencias por maternidad sean mucho más largas que las de paternidad, establece una división en las tareas del hogar y en la crianza de los hijos, al menos en los primeros momentos de su llegada, reforzandos los estereotipos de género. “Ahora, la comisión de legislación del trabajo está discutiendo el tema y esperamos que pueda llegar al recinto antes de que termine el año parlamentario”, concluye Ausburger. Ya es tiempo.
Cada año, llueven mensajes desde distintas partes del mundo, para que las mujeres cumplan con la visita al ginecólogo y la mamografía anual, como condición sine qua nonpara esquivar al cáncer que tiene dos nuevas víctimas por hora
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres. Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, en Argentina ocurren 5.600 muertes por año por cáncer de mama y se estima que se producirán más de 19 mil nuevos casos el año próximo. Esto da como resultado que una de cada ocho mujeres que hayan alcanzado la edad de 80 años habrá desarrollado la enfermedad en algún momento de su vida y, al no existir vacunas que permiten evitar la patología, la detección precoz es el método preventivo más eficaz para combatirla. Gabriela Quintanilla, médica oncóloga y directora de la Agencia Provincial de Control del Cáncer, explica: “Existiendo todos los elementos disponibles para la detección temprana, cuando es microscópico y tiene cura, no debiera incrementarse paralelamente a la incidencia, el índice de mortalidad».
Octubre es el mes en que los medios de comunicación y las redes sociales saturan a los usuarios con campañas de concientización sobre la prevención del cáncer de mama. Nuevas caras, nuevas plataformas, mismo mensaje: el tumor detectado tempranamente tiene cura. Este año, el spot más visto fue impulsado por Andy Clar, una bloguera y emprendedora argentina, en el que mujeres famosas posaron con una cicatriz en su pecho simulando una mastectomía. La celebración internacional es el 19 de octubre y las acciones colectivas llegan de todas partes del mundo.
En Rosario, la campaña que se extiende durante todo el mes consiste en la realización de mamografías gratuitas y sin turnos previos a mujeres de entre 50 y 70 años que no se hayan efectuado nunca un estudio o bien que lo hayan hecho hace más de dos años. “Los estudios se van a practicar en todos los hospitales públicos, en los SAMCO y en algunos hospitales privados, por lo que habrá 26 mamógrafos públicos y cuatro privados que garantizarán la atención y prevemos recibir entre 100 y 120 mujeres por turno”. En lo que va del mes han tenido bastante aceptación, pero no están cumpliendo el objetivo fijado.
Karina Rúa, participante del equipo de Difusión y Prevención del Hospital Centenario, considera que la concientización es importante y que la prevención es el escalón fundamental para cualquier planeamiento en una política sanitaria. Sin embargo, no todos piensan lo mismo. “No creo que las campañas modifiquen el estado sanitario con respecto a una enfermedad. Las cosas que modifican el estado de salud de la población son aquellas que se incorporan como verdades, como conductas habituales, como derechos. Si todas las mujeres tuviéramos metido en la cabeza que nos podemos curar de un cáncer con la detección temprana y que los estudios deben hacerse con cierta periodicidad, esa es una convicción que reduciría la mortalidad, y en eso debería trabajar el Estado”, expresa Quintanilla.
Estas campañas que divulgan la importancia de la detección temprana no tienen en cuenta que encienden alertas dañinas para la psiquis de muchas mujeres y contribuyen al negocio próspero que se nutre de una nueva patología: la medicalización de la vida. Los estudios en demasía, los medicamentos por las dudas, la exposición habitual a rayos como si fuera algo completamente inocuo es una práctica cada vez más común.
Gabriela Quintanilla explica que ningún extremo es juicioso y que es el justo medio lo que hay que buscar. “Me parece muy interesante que se pongan en tela de juicio cuestiones que están naturalizadas, pero hay que saber distinguir. No hay que hacer una senografía a todas las mujeres desde que nacen hasta que tienen 95 años. Solamente, a las mayores de 50 y hasta los 70 años, si son normales los estudios, cada dos años. Y si son más jóvenes de 50 años, solo si lo indica el ginecólogo, por las razones especiales que sean. Pero no por estar en contra de la medicalización de la vida, vamos a dejar de aprovechar los beneficios que nos brinda la tecnología y que nos permiten detectar a tiempo y curar la enfermedad”, agrega Quintanilla.
El diagnóstico de cáncer de mama es un suceso que cambia para siempre la vida de una mujer. Pasaron ocho días entre la noticia y la extirpación del tumor y los ganglios afectados de la mama derecha de Alejandra Cinquini: “Lo peor no es el miedo a la muerte, sino el proceso previo, la falta de compasión y de amor del sistema médico, que sin mirarte a los ojos solo te habla del protocolo a seguir”. Alejandra fue mal diagnosticada. Cuando el tumor era pequeño, le dijeron que se trataba de una inflamación de la glándula mamaria y que la dejara así porque con el tiempo iba a desinflamarse solo. Un año después, un día cualquiera, se despertó y se encontró con una bola en su pecho derecho que, además, era sumamente dolorosa. “Todo lo que tenga que ver con el cáncer de mama es un negocio próspero donde el único sin beneficio es el paciente: exposición a rayos en los estudios, rayos en el tratamiento, combos de drogas llamados quimios y comenzamos de nuevo. ¿Cómo un cuerpo va a recuperar esas miles de células que son devoradas o disecadas por todos estos ataques violentos del exterior? No hay manera, te sacan vida”, agrega.
El mensaje que llevan adelante las campañas no solo tiene efectos secundarios, sino que a veces hace más daño que el bien que busca. “Las campañas de prevención no me agradan, hay un exceso desmedido. Da la sensación de que fuera una terrible epidemia que hay que controlar y nos llenan de angustia, llevamos en la mente otra preocupación más. Además, están dirigidas solo a los chequeos de rutina y no a los cambios de hábito que a lo mejor evitan que lleguemos a enfermarnos como la actividad física, los tiempos de descanso, lo recreativo, la familia, qué tipos de alimentos son convenientes y cuáles no para prevenir no solo el cáncer sino todas las enfermedades que produce una inadecuada alimentación y disminuyen nuestras defensas”, explica Alejandra.
Ana Luisa de Palma es psicóloga y acompaña a pacientes oncológicos en su proceso de tratamiento. A algunas de las mujeres afectadas las trata desde el primer momento y otras se incorporan luego de una cirugía o durante la quimioterapia o cuando ya tienen el alta y también aquellas en su fase terminal. “El tratamiento es psicológico y espiritual. Psicológico es todo lo que tiene que ver con los recursos para afrontar lo que están viviendo, y con espiritual me refiero al sentido que cada mujer le va a dar a su enfermedad y a su proceso de recuperación. La curación es lo que trata de resolver los síntomas biológicos, pero en psicología buscamos la sanación, es decir, que el cáncer sea aprovechado como un proceso que ayude a la transformación de algunas cosas de la vida de estas mujeres, cosas que no están bien”. De Palma cree que hay cada vez más conciencia con respecto a la prevención y que al menos hablar de cáncer ya no es tabú. “Creo que los casos en que no hay prevención tienen que ver con la falta de educación y de información, pero estamos en eso, estamos más cerca”. Sin embargo, en algunos casos las campañas tienen víctimas. “Por supuesto que hay gente mucho más sensible, por ejemplo, los hipocondríacos y entonces cualquier tipo de campaña le despierta este tipo de susceptibilidades. Pero eso depende de la personalidad de base que tenga cada persona”, concluye De Palma.
Cuanto más temprano se detecte el cáncer, mejores son las opciones de curación, pero cuando se descubre en estadios avanzados, también hay posibilidades de tratarlo con éxito. En la biología no hay reglas absolutas, y los tratamientos, así como los resultados, varían de caso en caso. “No hay que desesperarse ni dejarse presionar, tomarse el tiempo necesario para hacer interconsultas. No solo para estar seguro del diagnóstico sino también para encontrar a alguien que nos inspire confianza, que nos brinde contención, que nos mire a los ojos, que nos salude afectuosamente y con nuestro nombre. Porque eso es lo que más necesitamos”, advierte Alejandra Cinquini, a siete años de haber dejado atrás la enfermedad que le ayudó a entender el proceso de la vida.-
Había escuchado hablar sobre Alfred Hitchcock muchas veces. Sabía que se trataba de un director de cine, que era famoso y que había sido exitoso en Hollywood, pero nunca había visto alguna de sus películas. En «El cine según Hitchcock»Francois Truffaut entrevista al hombre que llegó a ser uno de los cineastas más influyentes de la historia.
Alfred Hitchcock (1899 – 1980) fue pionero en los géneros cinematográficos del suspenso y el thriller psicológico. Dirigió más de cincuenta películas a lo largo de seis décadas. Eligió contar las historias de un modo que volvía cómplice al espectador, haciéndolo partícipe de cierta forma de voyeurismo: “La diferencia entre el suspense y la sorpresa es muy simple. Imagina que debajo de esta mesa hay una bomba pero el público no lo sabe, de repente: ¡bum! Explosión. Examinemos ahora el suspense. La bomba está debajo de la mesa y el público sabe que estallará a la una y sabe que es la una menos cuarto porque hay un reloj en el decorado. La misma conversación se vuelve de repente muy interesante porque el público participa en la escena.”. El director inglés y estrella de Hollywood fue un encantador de audiencias. “La ventana indiscreta” y “Psicosis” dos de sus películas más vistas, comparten la voz de su creador y dejan ver la relación que se crea entre el que mira y el que muestra.
“La Ventana Indiscreta” (Rear Window – 1954) cuenta la historia de un hombre que tiene que hacer reposo por haber sufrido un accidente y aburrido en su departamento comienza a observar a través de su ventana la vida de sus vecinos. Descubre diferentes tipos de personas, edades, conductas humanas, “un pequeño catálogo de comportamientos, el espejo de un pequeño mundo”. Todas las historias tienen como punto en común el amor: la mujer sola, los jóvenes recién casados, el músico soltero que se emborracha, la pareja joven sin hijos que tiene un perrito y la pareja de adultos casados que tiene peleas cada vez más violentas. El protagonista es unmirón y el espectador espía junto con él. Este hombre que está inmovilizado en su casa, se mete en vidas ajenas al punto que se emociona y sufre con lo que le pasa a cada uno.
Esta figura del voyeur aparece también en «Psicosis» (Psycho – 1960) una de las películas más vistas alrededor del mundo, en donde cuenta la historia de una secretaria que roba dinero de la oficina en la que trabaja y se escapa de la ciudad. Luego de conducir durante muchas horas llega a un motel y es asesinada mientras se está bañando. Aparece de nuevo la ventana y detrás de ella alguien que espía: ¿es la madre de Norman Bates?.Hitchcock mete al espectador dentro de la trama, lo hace cómplice y lo engaña.
La escena de la ducha es una de las escenas más famosas del cineasta: Janet Leigh se está bañando, cuando llega una anciana que la acuchilla hasta matarla y se va. La protagonista, una mujer rubia y atractiva (como la mayoría de las mujeres en el cine hitchcockiano) muere a pocos minutos del comienzo. Hay un motivo circular que relaciona la pupila del ojo de la mujer muerta y el desagüe de la bañera donde se va la sangre, formando un espiral sin fondo ni final. El director saca de la historia a quien lleva adelante la trama y deja al espectador en manos de Norman Bates [siii el mismo de la serie «Bates Motel»] que, en principio, no es más que un ermitaño. Pronto habrá otra muerte. ¿Toda persona que visite el motel va a morir?
La ventana es el símbolo que representa el límite de lo público y lo privado. En La ventana indiscreta la cámara va de adentro hacia afuera. Sale de una habitación, atraviesa una ventana y muestra desde afuera la vida de los otros. En Psicosis la cámara sigue su camino hasta que se mete adentro de una habitación y nos muestra la intimidad de una pareja: “En el arranque de Psycho, sentí la necesidad de inscribir en la pantalla el nombre de la ciudad, Phoenix, luego el día y la hora en que comenzaba la acción y todo ello para señalar este hecho importante: eran las tres menos diecisiete minutos de la tarde y es el único momento durante el cual esta pobre muchacha, Marion, puede acostarse con Sam, su amante. La indicación de la hora sugiere que se priva de almorzar para hacer el amor. Es como autorizar al público a que se convierta en «voyeur»”
El humor es otro de los grandes puntos del director: Psicosis es “una historia seria contada con ironía”. Existen momentos en los guiones de Hitchcock donde el humor le gana al suspenso y la risa le gana al miedo. Podríamos describir esas situaciones como bizarras, ya que están al borde de lo inverosímil. “Si se quisiera hacer un film serio con Psycho, se presentaría un caso clínico; no habría por qué introducir en él ni misterio ni suspense. Sería necesario que el material lo constituyera la documentación de una historia y, como ya lo hemos discutido, a fuerza de verosimilitud y de buscar lo plausible, se terminaría por rodar un documental. Por tanto, en los films de misterio y de suspense, no puede uno pasarse sin humor”.
Hitchcock logra que el espectador abandone su moral y genere empatía con personajes que cometen ilícitos. El villano también puede ser bueno y la trama lo justifica de algún modo: Norman Bates es víctima de su madre y de sus propios desórdenes psíquicos. Marion roba el dinero de un millonario fanfarrón y es la única forma de empezar una nueva vida. Jeff espía la intimidad de sus vecinos pero necesita encontrarle una solución a sus problemas con el amor. Además, cada uno de los personajes introducidos en el guión tienen una finalidad y lleva adelante un mensaje social y hasta político. En La ventana indiscreta se muestran todas las formas del amor, según las edades y las circunstancias, Grace Kelly es hermosa pero sus intereses no son profundos. En Psicosis hay un alguacil religioso que confía en la apariencia y los dichos de un jóven ermitaño, hay un investigador privado con buenas intenciones pero demasiado inocente, un tejano millonario y fanfarrón que intenta ejercer su poder sobre la voluntad de la secretaria y un amante sospechoso.
Su formación en el cine mudo hizo que en sus películas prevalezca el lenguaje audiovisual, el desinterés por los diálogos y la capacidad de señalar las emociones a través de los gestos de sus personajes. “Contar menos y mostrar más” tiene hoy plena vigencia. Treinta y ocho años después de la muerte del cineasta sus películas siguen siendo sorprendentes.-
Cuando un libro llega a manos de alguien nunca es por casualidad. Hay «una fuerza que existe en algún mundo paralelo y que provoca estas conexiones que no podemos explicar” me dijo una vez alguien que veo poco y que quiero mucho. Esta vez la rueda empezó porque una amiga me recomendó la caminata que Voces Vitales (una fundación mundial dedicada a promover el liderazgo femenino) organiza todos los años en Rosario. Me anoté y tuve como mentora a Carmen: blogger de moda (@vlmblog), emprendedora e influencer pionera de nuestra ciudad. Además de caminarnos toda la ciudad charlando sobre nuestros proyectos, yo haciendo preguntas, ella contándome su experiencia, me recomendó «Girls», la serie creada y protagonizada por Lena Dunham. Me gustó tanto la serie y el descaro con el que esta escritora joven expone lo que nos pasa (rererecomiendo) que quise leer su libro «No soy ese tipo de chica». Cuando lo busqué online, me encontré como sugerencia a Caitlin Moran, una periodista inglesa que escribe sobre feminismo. La googlee y me enteré que no solo había entrevistado a Lady Gaga para The Times sino que Emma Watson declaró que «todas las mujeres del mundo deberían leer How to be a woman». Ok, me convencieron.
En un fin de semana leí dos de sus libros (How to be a woman y Moranifesto). El primero habla de las mujeres y el feminismo y sobre ese me voy a explayar más adelante; en el segundo, se anima a hablar de política, de economía, del status quo, de la Iglesia católica, del terrorismo. Opina sobre las big issues desde su lugar de periodista, madre, hija y vecina. Sus reflexiones son compactas y los hechos que comparte tan auténticos que es imposible no sentirse interpelada; por todo eso quise compartirlo.
How to be a woman (Cómo ser mujer) es un libro de no-ficción que está dividido en 16 capítulos donde Moran cuenta, en una suerte de cronología, cómo es crecer siendo mujer. Comienza describiendo una escena de bullying que sufrió en la escuela a los 13 años, sigue con la primera menstruación y la compra de su primer corpiño, el sufrimiento por la gordura, las actitudes sexistas, la moda incómoda (¿a quién se le ocurrió que teníamos que andar en stilettos?), el enamoramiento, el embarazo y el parto, por qué tener hijos y por qué no, el aborto y las cirugías. Con una constante autoreferencia y sin reserva alguna, Caitlin Moran detalla cómo se hizo adulta rodeada de exigencia y falta de entendimiento y con la ilusión de dejar escrito para las nuevas generaciones una especie de manual de vida: «Aceptar que solo eres una mujer normal, que vas a tener que despertarte, trabajar duro y ser amable para conseguir las cosas es, una vez superada la dolorosa desilusión de tu apabullante normalidad, increíblemente liberador».
Cito algunas partecitas del libro, pero de verdad que vale la pena de principio a fin. Caitlin Moran se define como una feminista estridente: «Estoy mucho más tranquila desde que entendí que es imposible que una mujer se oponga al feminismo. Sin feminismo no te dejarían debatir el lugar de la mujer en la sociedad. Estarías demasiado ocupada pariendo en el suelo de la cocina, mordiendo una cuchara de madera para no estropear la partida de cartas de los hombres» (¡aahh qué contundente es!). «¿Qué es el feminismo? Solo la convicción de que las mujeres deben ser tan libres como los hombres, por más chifladas, crédulas, mal vestidas, gordas, vagas y engreídas que sean. ¿Qué si eres feminista? Jajaja. ¡Por supuesto que sí!»
¿Qué pasa con la moda?: «Las mujeres saben que la ropa es importante. Porque cuando una mujer entra en una habitación, su ropa es lo primero que habla, antes incluso que ella abra la boca. Se juzga a las mujeres por el modo en el que visten de una forma que a los hombres les resultaría incomprensible. Ellos jamás han sentido ese momento embarazoso en el que alguien evalúa lo que tenes puesto y empieza a mirarte con tono condescendiente o a mirarte con lujuria o supone que no vas a entender la conversación – sea de trabajo, de la crianza de tus hijos o de cultura – solo por lo que te pusiste ese día».
Habla de las cirugías estéticas y revela lo que todos vemos pero nadie dice: «Pero que las mujeres vivan con miedo a envejecer y utilicen trucos caros y dolorosos para ocultárselo al mundo, no dice nada bueno de nosotros como seres humanos. Hace como que parezca como si unos tipos nos hubieran creado para que lo hiciéramos. Hace que parezcamos unas perdedoras. Hace que parezcamos cobardes. Y eso es lo último, ultimísimo que somos».
Pero hay un capítulo del libro – y con esta reflexión los despido – que se vuelve especialmente actual para nuestra agenda, Caitlin Moran relata por qué decidió abortar: «Mi convicción sobre la necesidad sociológica, emocional y práctica del aborto se hizo aún más firme después de tener a mis dos hijas. Solo tras nueve meses de embarazo, un parto, alimentar al bebé, cuidarlo, tenerlo en brazos hasta las tres de la mañana, levantarte con él a las seis, extasiarte de amor y al mismo tiempo anegarte en llanto, entiendes realmente LO IMPORTANTE QUE ES PARA UN NIÑO SER DESEADO. Cómo la maternidad es un juego en el que debes participar con toda la energía, buena predisposición y felicidad posible. Y lo más importante de todo es ser querido, deseado y cuidado por una madre razonablemente cuerda y estable. Puedo decir con sinceridad que el aborto fue una de las decisiones menos difíciles de mi vida. No peco de frivolidad al decir que tardé más tiempo en decidir qué mesada ponía en la cocina que si estaba preparada para ser responsable de un futuro ser humano el resto de mi vida, porque sabía que hacerlo de nuevo – comprometer mi vida con otra persona – forzaría al límite, casi con seguridad, mis facultades y la idea de quién soy y quién quiero ser, y lo que quiero y necesito hacer. La idea de que, en una época anterior, o en otro país, podría no haber tenido elección sobre esto, me parece una barbaridad psíquica y emocional».
¿Se acuerdan de “Eat, pray, love” la novela autobiográfica de Elizabeth Gilbert, publicada en 2006, que se convirtió en un súper éxito mundial, en la que una mujer en crisis con su matrimonio y su vida en general, decide dejar todo e irse de viaje en búsqueda de sí misma? Estoy segura que sí, pero si no saben de lo que les hablo, es una lectura altamente recomendable. Para el #bemymentor de esta semana la elegí a Liz Gilbertpor muchas razones: por su talento, por su generosidad, por su mensaje amoroso, porque recurro a ella, porque la admiro, pero sobre todo porque deseo deseo deseo algún día escribir así tan lindo como ella.
Come, reza y ama es un diario de viaje por tres ciudades increíbles con un monólogo interior lleno de preguntas, sensaciones y aprendizajes del que somos testigos a cada paso. Nos cuenta la historia de una mujer real. Una mujer que a pesar de haber conseguido todo lo que quería, era completamente infeliz. Una mujer que necesitaba un cambio y que lo llevó a cabo, a pesar de los miedos, la vergüenza y el descrédito de todo su círculo social.
“En aquella ocasión no estaba en Roma, sino en el cuarto de baño del piso de arriba de la enorme casa que me acababa de comprar con mi marido en las afueras de Nueva York. Estábamos en noviembre, hacía frío y eran como las tres de la mañana. Mi marido dormía en nuestra cama. Yo ya llevaba unas cuarenta y siete noches consecutivas escondiéndome en el cuarto de baño y – exactamente igual que en las noches anteriores – estaba llorando a moco tendido. Ya no quiero estar casada. No quiero vivir en esta casa tan grande. No quiero tener un hijo”.
La historia está dividida en tres capítulos: el primero ocurre en Roma, donde Liz (la protagonista y la autora) experimenta el placer de comer, aprende a parlar el italiano y se divierte con la sobreexpresividad de los tanos. En el segundo viaja a Bombay, donde visita a un gurú e intenta meditar en un ashram, mientras nos enseña sobre mantras, meditación y tipos de yoga. Y en el tecero visita Bali, para conectarse con la naturaleza y encontrar el equilibrio y donde sin esperarlo se reencuentra con el amor.
Fue un bestseller internacional que se llevó al cine cuatro años después, con Julia Roberts como la encargada de dar vida a Liz Gilbert, y Javier Bardem al empresario brasileño de quien ella termina enamorándose en la novela y en la historia real, y con quien vivió en Estados Unidos hasta hace poco más de dos años.
Pero la historia de amor de esta talentosa e impredecible mujer, no terminó ahí. En septimebre de 2016 publicó en su página de Facebook que se estaba separando de José Nunez (Felipe en la novela), porque se había enamorado de su mejor amiga. Rayya Elías, música y directora de cine estadounidense nacida en Siria y su amiga desde hacía 15 años, había enfermado de cáncer y estaba pasando un momento muy dificil. Juntas confesaron el amor que se tenían: “La muerte – o la perspectiva de la muerte – suele poner al descubierto todo lo que no es real. En este espacio de realidad cruda y absoluta, me encontré con esta verdad: no es que simplemente quiera a Rayya como amiga, es que estoy enamorada de ella. Y no puedo seguir negando esta verdad”, publicó en Facebook la reconocida escritora. Rayya murió en enero de este año, luego de una larga y difícil enfermedad y Elizabeth la homenajeó tantas veces como pudo en las redes sociales. Pueden ver algunas de sus publicaciones en su cuenta de Instagram @elizabeth_gilbert_writer y en su Facebook Elizabeth Gilbert.
Con una vida amorosa muy movida, esta escritora supo capitalizar cada uno de sus aprendizajes y bajarlos al papel para compartirlo con sus lectores. Se rió de sí misma, de sus viejas creencias y de sus nuevos puntos de vista, de sus fracasos y de sus éxitos. Y todavía hoy, sigue enseñando con total transparencia cómo los aciertos y desaciertos son el camino obligado para una vida valedera, una vida que evoluciona, que cumple su función a medida que pasa el tiempo. Para que lleguemos al final mejor de lo que vinimos, porque de eso se trata, ¿o no?. Les sugiero que la busquen y la conozcan. Y si quieren, después me cuentan.
¿Se acuerdan de Harvey Milk? Harvey tenía un local de venta de cámaras fotográficas en la calle Castro – hoy la principal de “El Castro”, el barrio gay de San Francisco y uno de los primeros en Estados Unidos – y ese era el punto de reunión de activistas que reclamaban por los derechos civiles de los homosexuales allá por los años 70. Milk llegó a ser concejal de la ciudad de San Francisco y fue el primer gay públicamente conocido en llegar a un cargo público. A los pocos meses de estar en el cargo, Harvey fue asesinado por Dan White, otro supervisor que había dimitido y quería recuperar su cargo. Sus discursos son hoy un emblema en Castro y una fuente de inspiración para esta comunidad. “I’m Harvey Milk and I’m here to recruit you” – soy Harvey Milk y estoy aquí para reclutarte – era su insignia y sus primeras palabras, cada vez que agarraba el micrófono en plena calle e intentaba llamar la atención de los transeúntes.
En 2008 se estrenó una peli que trata sobre su vida y su actividad política en defensa de los derechos civiles de la comunidad LGBT. La protagoniza Sean Penn y está disponible en Netflix. También hay un documental del año 2005 que se llama *30 días en el Castro* en el que su autor, Morgan Spurlock, cuenta que todo comenzó cuando la Armada envió a este barrio a miles de hombres en servicio durante la Segunda Guerra Mundial tras ser descartados por su condición sexual. Muchos se establecieron en Castro y así fue como empezó a formarse la gran comunidad LGBT que es hoy. Hay otras pelis sobre su obra y también un musical.
Ph. Sebastian Sierra @donsebita
El nombre viene de mucho antes. José Castro fue un político mexicano que luchó por defender a la alta California de manos de Estados Unidos. Pero el barrio es conocido como “el Castro” desde los días del *SUMMER OF LOVE*, en 1967. El Verano del Amor fue el festival hippie más grande hasta el momento, donde varios cientos de miles llegaron a San Francisco desde todas las esquinas del país y se expresaron a favor de una nueva forma de entender la vida y el mundo. Esta celebración de lo que en ese momento se proponía como contracultura, tuvo lugar en el barrio Haight-Ashbury, hoy conocido como el “barrio hippie” de San Francisco, y que está pegadito a Castro.
El terreno ganado a través del pedido a gritos de amor libre, paz e igualdad tiene hoy forma de barrio, de vida nocturna y de encuentro para todos aquellos que quieran formar parte. Hay luces y colores a cada paso, bares, restaurantes, teatros y comercios: El Castro debe ser caminado por todo aquel que visite San Francisco. “HOPE WILL NEVER BE SILENT” es una de sus frases más famosas y está proyectado en un cartel gigante junto a la bandera del arcoiris.
“So if there is a message I have to give, it’s the fact that if a gay person can be elected, it’s a green light. And you and you and you have to give people hope”. Este es el final de uno de los tantos discursos que dio Harvey Milk, parado en un cajón de madera frente a miles. Cada una de sus frases significaba una bocanada de esperanza para todos aquellos que a lo largo y a lo ancho del país sufrían las acciones de otros, que amparados en la Iglesia y el orden público, intentaban excluirlos del sistema por su condición sexual. Adolescentes internados para “ser corregidos”, adultos despedidos de sus trabajos porque no eran dignos de ellos, palizas grupales de grupos anti-gay, y por supuesto, la prohibición de votar y ejercer cargos públicos. Con cada uno de estos testimonios de injusticia, Harvey hacía más fuerte su convicción de que estaba yendo por el camino correcto. El les pedía a todos que “salgan del closet”, que le cuenten a sus familias, a sus vecinos, a sus amigos, y que estos vean que gay era su hermano, su tía, su jefe, su empleada ejemplar, el cantante más popular, el político más comprometido. Que eran personas comunes y corrientes, que estudiaban o trabajaban y pagaban sus impuestos. Eso haría que sean aceptados y repercutiría a nivel político. Luego de postularse por cuarta vez al mismo cargo, fue electo. Pero su tiempo fue corto. Uno de sus competidores lo asesinó, para después suicidarse, alegando que se sentía humillado y estaba muy borracho al momento de cometer el delito. No hay final feliz, pero su mensaje y sus años de lucha dejaron huella en una sociedad que estaba empezando a abrir los ojos.
Fuente: Pinterest
Hay Harveys por todos lados y son estos Harveys los que generan crisis y es de las crisis que surgen los cambios más importantes, los que nos hacen crecer y cambiar nuestra mirada. Brindo por todos ellos y por los que vendrán.
Hace algunos años, cuando terminé la Facultad de Derecho y estaba enfrentándome al ¿y ahora qué?, típico del final de una etapa, buscaba por todos lados una respuesta. Algo. Podía ser una frase o un libro, o el testimonio de alguien que haya estado en el mismo lugar y me dijera cómo tenía que seguir, para qué lado arrancar. Cuando los papeles se queman y todo es incertidumbre, los mentores aparecen. Es el alumno el que se topa con el maestro y yo me topé con un libro rosa que se titulaba #GIRLBOSS y la historia de vida de su autora: Sophia Amoruso, la fundadora de la marca de ropa Nasty Gal. Ella es una auténtica #Girlboss, llena de buenas ideas y coraje. A lo largo de todo el libro contagia su energía con mensajes contudentes, de esos que te hacen cerrar el libro y procesar por un ratito lo que leíste, porque fue como una cachetada. Este libro fue para mi un antes y un después y se volvió casi una biblia cuando me sentí desorientada y necesité una brújula. Es un libro al que recurrí y recurro cuando necesito una inyección de confianza en mi misma. Para el #BEMYMENTOR de esta semana les presento a Sophia Amoruso y al mundo #Girlboss, toda una filosofía de vida!
Amoruso cumplió 20 años con un currículum lleno de trabajos temporales que no la llevaban a ningún lado ni le daban demasiado dinero. Aburrida y con un futuro laboral muy incierto, empezó a pasar tiempo en MySpace, la red social que estaba de moda en ese momento y ahí descubrió el mundo de la venta de ropa de segunda mano en eBay (un sitio web destinado a la subasta de productos en internet). En 2014, con solo 30 años, su empresa ya había llegado a facturar 100 millones de dólares al año, tenía cientos de empleados y ella estaba en la lista de las 500 personas más ricas de Estados Unidos,con un patrimonio estimado en 300 millones de dólares.
Probablemente, les suene #Girlboss porque el año pasado Netflix estrenó una serie muy exitosa(si haces click acá podes ver el trailer) con el mismo nombre. Por ahora tiene una sola temporada, con 13 capítulos de una hora cada uno. La serie no tiene el poder de motivación que tiene el libro, pero es sin dudas, una forma más ligera de chusmear la primera parte de la historia de Sophia Amoruso, cómo empezó su proyecto y cómo fue avanzando su sueño, a pesar de tener todo en su contra (no quiero spoilear!).
“Una auténtica #Girlboss es una mujer que ESTÁ A CARGO DE SU VIDA, consigue lo que quiere porque trabaja para eso, toma el control y acepta las responsabilidades”. Así empieza este libro, donde la autora intima seriamente al lector y le pregunta si de verdad quiere ser parte de este movimiento. Le cuenta de qué se trata, le anticipa que el camino no es taaan fácil, que hay que trabajar mucho, ocuparse, dedicarse y aplicar esta filosofía en cada paso. Pero este pedido de compromiso está acompañado de mensajes súper motivadores, que empoderan al lector y le dan la confianza necesaria para actuar y dar ese primer paso.
You know where you’re going. You’re a badass.
Cuando el libro salió, en 2014, ya estaba el grito feminista instalado. Amoruso calificó a #Girlboss como un libro feminista, lo que según sus propias palabras es una fuerza que hace que una mujer sea quien quiera ser (¡qué hermoso!). Pero sin rencores para las hombres. “Este es el espíritu de Nasty Gal: queremos que te vistas para vos y que sepas que no es superficial poner esfuerzo en cómo lucir. Te estoy diciendo que NO TENES QUE ELEGIR ENTRE SER INTELIGENTE Y SEXY. Podés ser ambas cosas. Si este es un mundo hecho para hombres ¿a quién le importa? A mi me hace feliz ser mujer. Cuando creas en vos misma, el resto creerá en tí también”.
El libro está separado en capítulos, que hablan de los comienzos de Sophia, sus primeros trabajos (shitty jobs!), cómo se fue dando Nasty Gal y a la vez, desarrolla algunos temas que tienen que ver con cuestiones comerciales, de negocios, de emprendedurismo, que son básicos y necesarios y lo explica de un modo ágil y divertido: los bancos, los inversores, los clientes, los empleados, cuándo y por qué emplear, mantener o despedir y las chances de que todo esto salga bien o no. Sobre esto último, habla en el último capítulo del libro y asegura que sean cuales fueren nuestros sueños, si escuchamos a los que están a nuestro alrededor, las chances de que esos sueños se hagan realidad se vuelven mínimas. Sabemos que es así, pero a veces es difícil no escuchar los miedos ajenos ¿no?. «El mundo ama contarte lo difícil que es todo y no están exagerando. Pero la verdad es la siguiente: No puedes tener todo y nada es tan simple. Tendrás que hacer sacrificios y comprometerte, ser decepcionada y decepcionar a otros, fallar y arrancar de cero, romper algún corazón y seguir adelante cuando rompan el tuyo. Pero DIFÍCIL NO SIGNIFICA IMPOSIBLE y fuera de las billones de cosas de este universo que están fuera de tu control, lo que sí puedes controlar es cuán duro trabajas para tu sueño. Y una vez que encuentros el éxito, no pares. No es cuestión de ser insaciable, es no dormirse en los laureles». Bad bitches are taking over the world. We’ve arrived and we’re killing it.
¿No está buenísimo? Para mi fue un chorro de energía e inspiración. Una amiga y emprendedora me dijo hace poco: «El mundo es de los caraduras» y me dejó pensando. Es solo cuestión de animarse. Si te falta solo un poco de coraje, este libro o la serie, te pueden ayudar a dar el primer paso. Hay una chance para vos, #Girlboss, ¡aprovechala!.-
Hoy empiezo una nueva sección del blog que se llama #BEMYMENTOR y en la que voy a presentarles a tooodas las personas que fueron de algún modo mis mentores. Los que me ayudaron a abrir un poco la cabeza, a animarme, los que me inspiraron desde un libro, una canción, un discurso, un consejo, una idea, y estuvieron ahí, presentes de algún modo, en el momento exacto para recordarme el camino recorrido, los aprendizajes, los miedos superados y sobre todo cómo seguir adelante. Hoy les presento a Sheryl Sandberg.
Dicen que todo llega cuando es el momento y lejos de aceptar esa frase como un cliché, la asumo como una VERDAD ABSOLUTA. Conocí a Sheryl Sandberg chusmeando TED Talks hace muchos años. En una charla de quince minutos, Sheryl habla sobre las mujeres y su lugar en el mundo. Empieza diciendo que tenemos SUERTE, porque a diferencia de nuestras abuelas, la mayoría de nosotras crecimos en un mundo con derechos civiles asegurados, y que aún hoy, en algunos lugares del mundo, hay mujeres que no los tienen. Y sigue: pero tenemos un problema y es que en ninguna parte del mundo las mujeres llegan a la cima de sus profesiones. Sheryl dice que las mujeres ESTÁN ABANDONANDO y para frenar ese proceso hay tres respuestas, pero sobre eso les cuento un poco más abajo. Pasó un tiempo hasta que conseguí su libro LEAN IN Women, Work and the Will To Lead (VAYAMOS ADELANTE en español)y leyendo su libro, que está repleto de estudios y estadísticas, y en donde ella da ejemplos cotidianos en los que cada una de nosotras podemos sentirnos identificadas, entendí que todo eso que ella decía que somos capaces de hacer las mujeres, si es que ese es nuestro deseo, es completamente realizable, sea cual sea nuestra profesión y el trabajo que decidamos hacer fuera de casa.
Pasaron varios años, marchas, libros, notas, entrevistas y la idea que yo había escuchado hacía mucho tiempo de boca de Sheryl Sandberg se replicó y creció sin parar. Hoy, es el tema principal de discusión en cualquier reunión de mujeres, de hombres y mixtas. Hay posiciones extremas, hay otras intermedias y también hay mucho rechazo, crítica, vergüenza y replanteos de vida de mujeres que formaron parte de una generación orgullosa de ocupar un lugar que hoy es criticado y completamente subestimado. Sheryl Sandberg perdió repentinamente a quien era su esposo, en el año 2015, mientras estaban de vacaciones en México y su segundo libro se trató sobre la enorme capacidad de resiliencia que tenemos las mujeres cuando ocurren pérdidas de este tipo y todo lo que estaba armado se cae, se derrumba y hay que empezar de nuevo. También creó una fundación que se llama leanin.org, una organización sin fines de lucro que desarrolla programas para desmentir los estereotipos de género y ofrecer oportunidades para todas las mujeres, porque su necesidad de transmitir esa fortaleza que había encontrado en sí misma y en cada etapa de su vida, necesitaba un canal de comunicación al exterior. Sigue trabajando en Facebook, es nada menos que la COO, es decir, la Jefa de Operaciones de toda la compañía, la segunda después del CEO y la mano derecha de Mark Zuckerberg. Tiene dos hijos.
Hace unos días estuve moviendo libros de un lado a otro y en ese tragín me encontre con Sheryl y con Lean In, la goglee y volví a mirar su charla TED. Todo lo que dice es completamente actual, solo que hoy son muchísimas más, y mucho más diversas también, las voces que promulgan. Su mensaje es dulce, es conciliador, pero no por eso deja de tener la fuerza necesaria para calar hondo y dejar ese ruido mental que necesitamos para cambiar la forma de pensarnos a nosotras mismas. Es una llamada inspiradora a la acción y un plan de crecimiento individual. Quería presentárselas. A ella, a Sheryl, la elijo hoy para #BEMYMENTOR.
LEAN IN reavivó en su momento el debate global sobre cuestiones de género y su autora es una activista social que no para de hacer acciones relativas al tema. En el libro, Sheryl ofrece consejos prácticos para ayudar a las mujeres a lograr sus objetivos y nos anima a cambiar el discurso y a pasar de incidir en lo que las mujeres no podemos hacer para pensar en lo que sí podemos hacer. Y para eso nos da tres respuestas: 1. SEAT AT THE TABLE. Shery nos pide que no sentemos a la mesa, que no subestimemos nuestra capacidad para todo, porque nadie obtiene el éxito que no cree merecer 2. MAKE YOUR PARTNER A REAL PARTNER. Hacé de tu socio un socio verdadero. Las estudios que se hicieron en familias tipo donde el hombre y la mujer trabajan afuera de su casa full time y tienen un hijo muestran que hay más equidad lograda entre hombres y mujeres en el trabajo que en el hogar: la mujer trabaja dos veces lo que trabaja un hombre en las tareas del hogar, y dedica tres veces el tiempo que dedica un hombre a sus hijos, y es ahí donde debemos hacer foco para encontrar un socio verdadero y replantear estas diferencias, porque esto no es cuestión de pereza, es todo un seteo mental. 3. DON’T LEAVE BEFORE YOU LEAVE. No abandonemos antes, ni por las dudas. Sheryl dice, que su experiencia en empresas es que desde que la mujer empieza a pensar en tener un hijo, empieza a hacer espacio para ese hijo. ¿Cómo voy a compaginar esto con todo lo otro que hago? Desde ese momento no levanta más la mano, ni busca el ascenso, ni el nuevo proyecto. Empieza a echarse para atrás. Y sigue: “Mantengan el pie en el acelerador, antes y durante todo el embarazo, hasta que llegue el momento en que verdaderamente tengan que irse a hacer una pausa para su hijo, y entonces ahí tomarán sus decisiones, pero por favor, no antes”.